En los últimos 10 años han nacido anualmente, en promedio, 434 mil niños y niñas cuyas madres eran menores de 19 años al momento del parto; la tendencia es creciente y en 2012 la cifra representó 18.25% del total de los alumbramientos contabilizados ese año. En este indicador las diferencias regionales son notables, siendo Chihuahua la entidad con el dato más elevado: 21% de los nacimientos se presentaron en madres adolescentes, seguido de los estados de Coahuila, Nayarit, Durango y Campeche.
Uno de los mayores problemas que enfrenta nuestro país en el ámbito demográfico es el relativo al embarazo en adolescentes.
A pesar de las campañas que se han diseñado desde hace varios años y de la insistencia de las organizaciones de la sociedad civil, la academia y la comunidad de expertos, el fenómeno sigue creciendo no sólo en números absolutos, sino también en relativos.
En efecto, de acuerdo con los registros oficiales, no ha habido ninguna campaña o acción gubernamental, en todos los órdenes y niveles de la administración pública, que pueda considerarse como una experiencia exitosa en materia de reducción del número y proporción de embarazos en niñas y adolescentes en nuestro país.
La evidencia muestra, por ejemplo, que si bien el embarazo se pospone conforme incrementa elnivel de estudios de las y los jóvenes, el factor de la escolaridad sigue siendo insuficiente para explicar por qué año con año prácticamente en uno de cada cinco nacimientos que se registran en el país la madre era menor de 19 años al dar a luz.
Los datos revelan la urgencia de mejorar el diseño de las políticas públicas en la materia, y sobre todo, a repensarlas con base en una perspectiva de derechos desde la que se haga especial énfasis en dos principios fundamentales: la garantía del libre desarrollode la personalidad, así como el pleno cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las y los adolescentes.
¿De cuántos estamos hablando? La magnitud del embarazo adolescente que tenemos en el país rebasa significativamente las expectativas que se habían planteado a través de la política de población en las décadas de los setenta y los ochenta en el siglo pasado, en las cuales se preveía un descenso generalizado (en términos de grupos de edad) de la fecundidad.
Lo anterior es preocupante ante el hecho de que a pesar de que cada año se ha ido reduciendo el número total de nacimientos en el país, en las edades más jóvenes la tendencia es a la inversa.
Por ejemplo, en el año 2003, el INEGI contabiliza un total de dos millones 655 894 nacimientos en el país; en 2008 la cifra descendió a dos millones 577 mil 214, mientras que en 2012 se ubicó en dos millones 498 mil 88 alumbramientos.
En sentido inverso, para el grupo de niñas menores de 15 años los registros muestran que en el año 2003 hubo nueve mil 933 nacimientos en las niñas de ese grupo de edad, es decir, un promedio diario de 27 nacimientos; en el año 2008 la cifra creció a 11 mil 530, o bien, un promedio diario de 31 partos; mientras que en 2012 se tuvo un ligero descenso a diez mil 924 casos, esto es, un promedio diario de 30 alumbramientos.
En el caso de las adolescentes menores de 19 años, el número de nacimientos registrados en el año 2003 fue de 403 mil 436, es decir, mil 105 nacimientos diarios en madres adolescentes; para 2008 la cifra se ubicó en 446 mil 399, o bien un promedio cotidiano de mil 223 alumbramientos; mientras que en 2012 la cifra creció a 457 mil 192, lo cual implica un promedio diario de mil 252 partos en adolescentes del grupo de edad señalado.
En el agregado, en los últimos diez años para los cuales se tiene información pública disponible los datos son impactantes: se registraron casi 108 mil nacimientos en los que las madres tenían menos de 15 año, y 4.34 millones de alumbramientos en mujeres menores de 19 años y mayores de 15.
Para dimensionar lo anterior, valde la pena decir que en los últimos diez años han nacido un total de bebés, cuyas madres tenían menos de 19 años al momento del parto, equivalente a la población de una entidad de la magnitud demográfica que actualmente tiene Chiapas.
A los 15 años: desigualdad territorial bajo lupa Por lo general es en las entidades con mayor población en las que se concentra el mayor número de casos de prácticamente todos los indicadores demográficos. Sin embargo, en el caso de los embarazos adolescentes esto se cumple sólo para el Estado de México, es la entidad más poblada del país.
En efecto, según los datos del INEGI, entre 2003 y 2012 los estados que concentran el mayor número de alumbramientos en los que la madre era una niña menor de 15 años son: el Estado de México, con diez mil 536 casos; le sigue ensegundo lugar Guerrero, con nueve mil 317 casos; en tercer sitio está Chiapas con nueve mil 152 casos, en cuarto sitio está Veracruz, con ocho mil 737 casos, mientras que en quinto sitio está Puebla con cinco mil 696 casos.
Le sigue Oaxaca con cinco mil 391 partos, Baja California con cuatro mil 550 casos, Jalisco con cuatro mil 327, Chihuahua con cuatro mil 154, Michoacán con tres mil 753, el DF con tres mil 702, Guanajuato con tes mil 377 y Sinaloa con tres mil 261.
…y antes de los 19 años Los datos del INEGI muestran que hay 19 entidades en las que entre los años 2003 y 2012 se contabilizan más de cien mil nacimientos en cuyos casos las madres eran adolescentes menores de 19 años. Una vez más, al ser el más poblado, el Estado de México aparece a la cabeza con 571 mil 445 casos; en segundo lugar se encuentra Veracruz, con 301 mil 598; en tercer sitio está Puebla, con 262 mil 901 casos; en cuarto lugar, Chiapas, con 257 mil 254; y en quinto, Jalisco, con 247 mil 813.
El mayor peso relativo Los registros estadísticos muestran que a escala nacional en 17.1% de los nacimientos contabilizados entre los años 2003 y 2012, las madres tenían menos de 19 años; en esa lógica, es importante destacar que habría 18 estados que presentan porcentajes superiores al promedio mencionado.
Frente a lo anterior, debe decirse que esa cifra se debe a que se está considerando una década; por ello, es preciso señalar que el promedio se ha incrementado sostenidamente en los últimos 15 años. Para ilustrarlo basta señalar la última década para la que se tiene información.
Así, en 2003 el porcentaje de nacimientos deniñas y niños cuyas madres eran menores de 19 años al momento del parto, respecto del total de nacimientos anuales, fue de 15.5%; para 2008 este porcentaje había crecido a 17.3%; y para el 2012 se ubicó en 18.7%.
Visto a nivel estatal, y considerando el periodo completo de 2003 a 2012, las entidades con mayores promedios son: Chihuahua, con 21%; Coahuila, con 20.1%; Nayarit, con 20%; Durango, con 19.8%; Campeche, con 19.1%; Baja California Sur y Baja California con 19%, respectivamente; Sonora y Colima con 18.9% cada uno; Sinaloa con 18.7% y Guerrero con 18.1%.
Como puede verse, es de llamar la atención que las entidades con mayor número absoluto de embarazos en mujeres adolescentes son las que presentan mayores niveles de pobreza; sin embargo, cuando los datos se traducen a su peso relativo, con excepción del estado de Guerrero, los indicadores más preocupantes se encuentran en estados que tienen porcentajes de pobreza por debajo del promedio nacional.