Washington, 11 jun (PL) El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes estadounidense, Eric Cantor, anunció hoy que dejará su cargo el 31 de julio, tras la inesperada derrota sufrida anoche en las primarias en Virginia.
La inesperada derrota del político durante las primarias de su distrito, Virginia, ante David Brat, un desconocido profesor de economía apoyado por el movimiento ultraconservador Tea Party, es calificado en medios de prensa de un verdadero terremoto político.
La cúpula del Partido Republicano efectúa una intensa búsqueda para lograr su reemplazo el 17 de junio, mientras analiza las repercusiones de su derrota en las urnas.
Varios representantes republicanos, entre ellos Pete Sessions, de Texas; y Kevin McCarthy, de California, se mencionan como posibles sucesores de Cantor.
La derrota del legislador de 51 años, quien se barajaba como posible sucesor del presidente de la Cámara baja, John Boehner, supone un duro traspiés para el considerado espectro moderado del llamado partido rojo, que atestigua un avance de la extrema derecha.
Cantor quedará fuera del Congreso tras las elecciones legislativas de noviembre al perder la posibilidad de defender su escaño.
Para muchos analistas el suceso coloca a la estancada reforma migratoria en peores condiciones de ser discutida, ante el temor de los conservadores de perder nuevos curules durante los comicios de noviembre.
Sin embargo, a juicio de legisladores como el senador demócrata por Nueva York, Charles Schumer, dicho resultado constituye una oportunidad para sacar de las sombras a unos 11,5 millones de indocumentados.
En junio del año pasado el Senado, con mayoría demócrata, aprobó un proyecto de ley que pese a sus limitaciones, condicionantes y plazos prolongados, al menos da luz verde a la posibilidad de que las personas sin papeles opten por la ciudadanía.
Boehner ha reiterado su negativa a que la Cámara baja avance en la adopción de una ley de reforma migratoria integral, si bien propone medidas parciales para la entrega de permisos de trabajo a indocumentados y manejar asuntos relacionados con la seguridad fronteriza.
Tales posturas han centrado un ácido intercambio de acusaciones entre el legislador y el presidente Barack Obama, achacándose mutuamente la inacción en el Capitolio al respecto.
El enconado debate mantiene en vilo la iniciativa, amenazada además por la proximidad de los comicios de noviembre, en los cuales los dos partidos políticos estadounidenses intentarán lograr la supremacía bicameral.
En ese momento se renovará un tercio del Senado y la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes.