Preparan a jueces y magistrados para nuevo sistema de justicia

A partir de junio de 2016 el Poder Judicial de la Federación requerirá 315 magistrados de segunda instancia para implementar el nuevo sistema de justicia penal adversarial en el país, advirtió el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

Asimismo necesitará 296 jueces de control, de juicio oral y ejecución de penas, 611 secretarios de juzgado, así como 44 titulares de la administración de los centros de Justicia Penal Federal.

También indicó que se capacitará a 400 defensores públicos, 110 asesores jurídicos y a más de cuatro mil servidores públicos de apoyo jurisdiccional y administrativo para los 44 centros que funcionarán en todo el país.

La transición de un sistema penal mixto a uno de corte acusatorio implica retos importantes para contar con operadores capacitados y orientados a una nueva dinámica procesal, donde destaca la protección de los derechos humanos de las víctimas, así como de los procesados.

Recordó que el Poder Judicial de la Federación (PJF), como ente que conforma el Estado mexicano, resulta directamente obligado a procurar el eficaz funcionamiento del nuevo sistema procesal penal.

Al respecto el director del Instituto Judicial de la Judicatura Federal, Julio César Vázquez-Mellado, indicó que por ello el CJF inició un proceso de formación y capacitación, a fin de estar preparados para operar el nuevo sistema penal acusatorito.

En entrevista, precisó que la designación de magistrados y jueces para el nuevo sistema, en mayor o menor medida, deberá llevarse a cabo mediante concursos internos de oposición, lo cual representa una variable a considerar en el proceso de capacitación.

Comentó que la capacitación es una preocupación fundamental del CJF, y el instituto está preparado para seguir generando jueces debidamente capacitados en 2015 y 2016, y concluir con la implementación de este nuevo sistema de justicia.

“Lo ideal es que tengamos generaciones de 50 jueces, pues no queremos trabajar con números mayores, ya que estamos tratando que haya un alto valor pedagógico, para trabajar con talleres y mecanismos de certeza en el proceso enseñanza y aprendizaje”, expresó.

Vázquez-Mellado insistió que el nuevo modelo de justicia penal “es un cambio de paradigma y los jueces tienen que entender que su trabajo será bajo dinámicas distintas y tienen que aprender de una manera rápida y atractiva”.

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