Roma, 21 jun (PL) El papa Francisco fustigó hoy la violencia mafiosa al hablar hoy ante unos 200 presos en la sureña región italiana de Calabria y llamó a realizar una eficaz labor de reinserción de reos a la sociedad.
Tras trasladarse en helicóptero al centro penitenciario Castrovillari, cerca de Cassano alla Junio, en la provincia de Cosenza, el Sumo Pontífice se refirió al caso del niño Nicola Campolongo, asesinado por la Nadrangheta.
Campolongo fue hallado carbonizado el pasado 20 de enero en un auto abandonado en una zona rural, junto a su abuelo y la compañera sentimental de éste último, como parte de un ajuste de cuentas de la mafia de Calabria, destaca la prensa local.
«Nunca más debe un niño soportar tales sufrimientos», comentó el Obispo de Roma, quien realiza su cuarta visita en Italia, después de hacerlo a Cerdeña, Asis y la isla de Lampedusa, donde solicitó aplicar medidas para evitar la tragedia de los inmigrantes.
A menudo, la Ndrangheta, la más rica de las mafias italianas, con control del tráfico de la droga proveniente de América del Sur y negocios en Italia y Europa, emplea para el tráfico de drogas a menores que muchas veces son eliminados o caen en la cárcel.
Medios de prensa capitalinos destacan que la mafia reina en una de las regiones más pobres de esta nación, donde el desempleo de los jóvenes de menos de 25 años supera el 56 por ciento, de acuerdo con el instituto Eurostat.
Al hablar ante dirigentes religiosos de la localidad de Cassano, el Santo Padre demandó la plena reinserción de los reclusos para que la prisión no solo sea un mero instrumento de castigo y represalia social.
«Yo también cometo errores y debo hacer penitencia», declaró el argentino Jorge Mario Bergoglio, quien destacó la proximidad de Iglesia con todas las personas encarceladas en el mundo.
El Papa tiene previsto ofrecer una misa en la sureña región con asistencia de unas 100 mil personas.
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