APELA LEONEL LUNA A SENSIBILIDAD DEL GOBIERNO FEDERAL PARA QUE DESTINE RECURSOS A MITIGACIÓN DE RIESGOS

La Delegación Álvaro Obregón requiere de aproximadamente 500 millones de pesos mitigar los riesgos que se encuentran en mil 500 puntos

El presupuesto del Gobierno del Distrito Federal y de la Delegación Álvaro Obregón es insuficiente para poder cubrir todos los riesgos que se presentan en la demarcación, por lo cual el Jefe Delegacional, Leonel Luna Estrada, apeló a la sensibilidad del Gobierno Federal para que a través de la Secretaría de Gobernación destine recursos para obras de zampeo, muros de contención y relleno de minas, entre otros.

Durante un recorrido por la Barranca Río San Borja, Leonel Luna señaló que el 80 por ciento de la población de Álvaro Obregón vive en situación de riesgo por la presencia de minas, taludes y muros inestables, entre otros factores.

Por ello, expresó, “esperemos que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, tenga la sensibilidad correspondiente. Estamos hablando que la Delegación requiere de aproximadamente 500 millones de pesos para invertirlos en la mitigación de los riesgos que se encuentran en mil 500 puntos”.

No obstante, el Jefe Delegacional subrayó que en total se requiere una inversión de casi 2 mil millones de pesos para mitigar los múltiples riesgos de bajo y mediano grado de peligro y precisó que cerca de 5 mil personas viven en una situación de muy alto riesgo, mientras que 20 mil y 100 mil viven en mediano y bajo riesgo, respectivamente.

Recordó que durante el sexenio pasado, se insistió con el gobierno federal sobre la importancia de que se revisaran y modificaran las reglas de operación del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) y del Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (FOPREDEN), sin embargo no hubo respuesta.

Leonel Luna dijo que colonias como Real del Monte, Lomas de Santo Domingo, Barrio Norte, Desarrollo Urbano, Reacomodo Pino Suárez y una franja importante de Jalalpa y Olivar del Conde se ubican en zonas minadas, por lo que se requiere de estudios de mecánica de suelos y geofísica.

Agregó que colonias como Río San Borja, Olivar del Conde, Chamontoya, Tlacoyaque y Paraje El Caballito, están en zonas de barrancas, mientras que Ponciano Arriaga y Herón Proal se asentaron sobre barrancas que se rellenaron con cascajo producto de los sismos de 1985; en tanto una franja importante de viviendas de las colonias Arvide, Barrio Norte y Águilas Tercer Parque se encuentran a la orilla de cauces y presas.

Comentó que tan solo la Delegación destina anualmente casi 200 millones de pesos en el relleno de minas, la canalización de aguas negras, la conducción de las aguas grises, la instalación o sustitución de redes hidráulicas, la construcción de muros de contención y el zampeo de taludes.

Asimismo, dijo, se lleva a cabo un programa donde el gobierno delegación pone los materiales y los vecinos la mano de obra, bajo este esquema se trabaja principalmente en la parte alta de Chamontoya, Tlacoyaque y Paraje El Caballito.

Además, apuntó, en época de lluvias se implementa un Protocolo de Protección Civil para salvaguardar la integridad física y patrimonial de la ciudadanía ya que se incrementan los deslaves en la zona de barrancas, los hundimientos en zonas minadas y los desplazamientos en colonias asentadas en suelo de relleno.

Respecto a la Barranca Río San Borja, el Jefe Delegacional apuntó que ésta mide aproximadamente 8 kilómetros en cuyos alrededores existen 150 viviendas consideradas en muy alto riesgo y aproximadamente 380 en una situación de mediano riesgo, sobre todo por el peligro de deslaves y desplazamientos de terreno.

Explicó que en esta zona, al cual abarca las colonias Olivar del Conde, Golondrinas y Ampliación Presidentes, se trabaja en tres líneas de acción que son el rescate y limpieza del lugar de donde se han extraído más de 3 mil toneladas de basura.

De igual forma, dijo, se trabaja en la generación de viveros donde se cultivan plantas de ornato, lo cual permite dar empleo a 100 vecinos de la zona, y también en la mitigación de riesgos con la instalación de tubería para canalizar las aguas negras y pluviales, mientras que al fondo de la barranca se labora en la construcción de muros de contención y el zampeo de taludes.

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