París, 3 jul (PL) Los franceses aguardan hoy con ansiedad el juego de su selección contra Alemania en cuartos de final de Brasil-2014, sin olvidar el dramático choque en la copa del mundo de 1982 disputado en la ciudad española de Sevilla.
En aquella oportunidad, los galos y la entonces República Federal de Alemania disputaron las semifinales de la lid en un encuentro que parecía inclinarse a favor de los franceses, quienes tras el empate a un gol en el tiempo reglamentario, pusieron el marcador 3-1 en la primera parte de la prolongación.
Durante los minutos finales, sin embargo, Karl-Heinz Rummenigge acortó la distancia y poco después Klaus Fischer logró lo que parecía el imposible empate alemán.
En la definición por tiros de penalti, los Bleus, como se conoce a los franceses, abatidos ya psicológicamente, quedaron fuera de la competencia.
Además de la garra derrochada por los 22 jugadores en la gramilla del estadio Ramón Sánchez Pizjuan, el encuentro también pasó a la historia por la brutal agresión del portero alemán Harald Schumacher contra el delantero rival Patrick Battiston.
En una de las peores faltas cometidas en la historia de los campeonatos mundiales de fútbol, el francés sufrió conmoción cerebral, fractura de una vértebra y la pérdida de dos dientes y, no obstante, el árbitro, el holandés Charles Corver, no la marcó.
Maxime Bossis, uno de los protagonistas de aquel partido, dijo este jueves que esa derrota marcó a toda una generación de futbolistas y aficionados, justo en el momento en el cual se comenzaba a desarrollar una técnica propia en esa exigente disciplina.
Para Battiston, quien logró recuperarse sin problemas de sus lesiones, la página está volteada. «Los Bleus de hoy tienen que escribir su propia historia y por el momento lo están haciendo muy bien», precisó.
Mientras, el analista deportivo Jérôme Latta destacó que el intenso partido proporcionó todas las emociones posibles en ese deporte, pero ya todo está dicho y escrito a propósito de aquel choque.
Los tiempos han cambiado, el fútbol evolucionó y no es adecuado ir al juego de este viernes ante Alemania con un espíritu de revancha, dijo Latta.
Francia jugará contra Alemania bajo el fantasma de Sevilla
