Niño palestino fue quemado vivo por secuestradores

Ramallah, 5 jul (PL) Los asesinos de un niño árabe secuestrado a mediados de esta semana en Jerusalén lo quemaron vivo tras  torturarlo, según los primeros resultados de la autopsia, informó hoy el fiscal general palestino.
La causa directa de la muerte de Mohamed Abu Khdeir fueron las quemaduras y sus complicaciones, reveló Mohamed Al Aweny a la agencia noticiosa oficial WAFA.
El niño fue raptado según todos los indicios por pobladores de uno de los asentamientos sionistas en Jerusalén en lo que las autoridades palestinas consideran un crimen de odio étnico en venganza por la desaparición y muerte de tres pobladores de un asentamiento en la Cisjordania en junio pasado.
De acuerdo con la legislación internacional vigente la expropiación y anexión de territorios y el asentamiento de comunidades humanas en el territorio de un Estado bajo ocupación militar es un crimen de guerra.
Los residentes en los asentamientos sionistas en Jerusalén, Al Quds para los musulmanes, y la Cisjordania, son notorios por su violencia vandálica contra propiedades la población autóctona y sus propiedades, así como templos musulmanes y cristianos.
Desde el presunto rapto de los tres israelíes, las tropas de ocupación desataron una operación de castigo colectivo en la Cisjordania por la que han muerto nueve personas, decenas resultado heridas y cerca de 700 detenidas, entre ellas 241 menores.
Asimismo, la aviación israelí atacó en varias ocasiones puntos en la franja de Gaza y concentró tropas y blindados en la frontera con ese territorio, que tiene bloqueado hace siete años y que está considerado uno de los más superpoblados y pobres del planeta.
Versiones de una tregua en los bombardeos israelíes y los disparos de cohetes desde Gaza no se han confirmado aún y, por el contrario, hoy se registró otro episodio de bombardeos y lanzamiento de cohetes.
El clima en Jerusalén es de extrema tensión tras dos días de protestas contra la potencia ocupante durante los cuales decenas de personas han sido heridas o detenidas y un número indeterminado atendido con síntomas de asfixia por gases lacrimógenos empleados por la Policía.
La cadena de agresiones y respuestas está inserta en nuevos anuncios de construcciones de asentamientos en Jerusalén este y después de una huelga de hambre que se extendió casi dos meses por alrededor de 200 presos palestinos que demandan conocer la causas de su arresto y contar con auxilio jurídico.
Asimismo, tiene todos los indicios de una presión acrecentada israelí tras la formación de un Gobierno de unidad nacional entre el movimiento islamista Hamas y Al Fatah, la más numerosa de la entidades que integran la Organización para la Liberación de Palestina.
El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, exigió al presidente palestino Mahmoud Abbas que disolviera el gabinete, pero el mandatario rehusó de plano y confirmó que la unidad palestina es un hecho que contribuirá a enfrentar la ocupación.

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