Republicanos acusan a Obama de falta de estrategia clara sobre Iraq

Washington, 8 jul (PL) Miembros del Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos criticaron hoy al gobierno del gobierno de Barack Obama y lo acusaron de carecer de una estrategia clara para derrotar a las milicias extremistas en Iraq.
Dos de los principales críticos de la política de la administración demócrata en la nación levantina, los senadores republicanos John McCain (Arizona) y Lindsey Graham (Carolina del Norte), se mostraron insatisfechos este martes tras un debate a puertas cerradas en el referido comité.
En la reunión participaron el secretario de Defensa, Charles Hagel, así como el general Martin Dempsey, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor.
Ellos no tienen una estrategia, ni tampoco pueden articular un plan para contrarrestar lo que estimados de inteligencia aseguran será una amenaza directa para Estados Unidos, refirió McCain en un encuentro con la prensa.
Ante el avance de grupos extremistas del ahora denominado Estado Islámico (EI) en el noroeste iraquí, el Pentágono envió en las últimas semanas cerca de 800 soldados para brindar asesoría y proteger la embajada, el aeropuerto de Bagdad y el personal estadounidense en ese territorio.
De igual forma, Washington trasladó helicópteros de combate para posibles evacuaciones, así como aviones teledirigidos (drones), algunos con armamento, para misiones de vigilancia y protección sobre la capital iraquí.
La semana pasada, Dempsey cuestionó la capacidad del Ejército iraquí para recuperar el terreno perdido frente a los yihadistas, con lo cual dejó abierta la posibilidad a una posible mayor participación de Estados Unidos en el conflicto.
El senador Graham ha sido una de las voces más activas que insta a efectuar ataques aéreos para contrarrestar al EI.
Nadie nos ofreció un escenario que asegure que esta situación podrá ser resuelta sin algún tipo de acción norteamericana, sostuvo Graham.
Por su parte, la senadora demócrata por Missouri, Claire McCaskill, explicó que a su juicio, la Casa Blanca sí tiene estrategias para contener a los grupos extremistas.
La administración está abordando este asunto con la debida precaución y cuidado, ya que no hay una solución única para todos los problemas en el Medio Oriente, defendió McCaskill.
El gobierno de Obama, que se enfrenta a un complejo proceso de retirada de sus tropas en Iraq, previsto para 2016, atestigua ahora el vertiginoso avance de los islamistas que durante más de una década adujo combatir como parte de su llamada guerra global contra el terrorismo.
En 2003, el entonces gobierno del republicano George W. Bush (2001-2009), ordenó la invasión del país levantino bajo el pretexto de la existencia de armas de destrucción masiva que, sin embargo, nunca aparecieron.
Obama exteriorizó recientemente su preocupación por el peligro que supone el ascenso de los grupos yihadistas en Siria e Iraq, cuyos integrantes de origen europeo podrían viajar a Estados Unidos con sus pasaportes y sin necesidad de visa.
Las declaraciones ocurrieron luego que la administración pidiera al Congreso 500 millones de dólares para entrenar a las heterogéneas fuerzas opositoras sirias, copadas en su mayoría por yihadistas que pretenden derrocar por la fuerza al presidente sirio Bashar al-Assad.

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