(ng) Comandos navales israelíes se enfrentaron con activistas de Hamas en una ofensiva en la costa de la Franja de Gaza, en lo que parecía ser el comienzo de un asalto terrestre contra el territorio dirigido a detener el lanzamiento de cohetes por parte de los palestinos, mientras unas 4 mil personas huyeron de la zona norte hacia el sur ante la amenaza israelí.
«Nuestras fuerzas terrestres están listas», dijo el domingo un alto oficial de las Fuerzas Armadas israelíes.
«Hemos entrenado para esto. Explotaremos nuestra habilidad en el momento en que se tome una decisión».
En las primeras horas de hoy comandos israelíes lanzaron una operación en el norte de Gaza para destruir lo que las Fuerzas Armadas llamaron un sitio para el lanzamiento de cohetes, hecho en el que cuatro soldados israelíes sufrieron heridas menores.
Más tarde la fuerza aérea israelí dejó caer folletos en los que advertía a los residentes salir de sus casas ante de lo que el vocero militar israelí llamó «una campaña corta y temporal» en el norte de Gaza. En esa zona viven unas 100 mil personas.
Se desconoce si el posible ataque se limitará a incursiones aéreas de mayor intensidad o si podría incluir la temida ofensiva terrestre que Israel ha sido renuente a hacer.
A medida que se acercaba el vencimiento del ultimátum cientos de personas abandonaron Beit Lahiya. Algunos salieron en camionetas ondeando banderas blancas.
«Nos envían mensajes de advertencia», dijo el residente Mohamed Abu Halemah.
«Cuando recibimos el mensaje sentimos miedo de quedarnos en nuestras casas. Queremos irnos».
Adnan Abu Hassna, vocero de la agencia de Naciones Unidas para atender a refugiados palestinos, dijo que ocho escuelas fueron habilitadas como refugios temporales y han sido ocupadas por unas 4 mil personas. Dijo que se usarían más escuelas si fuera necesario.
Ignorando las peticiones internacionales de un alto el fuego, Israel amplió el sábado sus objetivos de bombardeos en Gaza a instituciones civiles supuestamente vinculadas con un punto de lanzamiento de cohetes en el territorio palestino.
Uno de los ataques aéreos israelíes afectó un centro de minusválidos donde, según palestinos, dos pacientes murieron y cuatro personas resultaron heridas de gravedad.
En un segundo ataque el sábado por la noche, un avión israelí demolió la casa del primo del jefe de policía de Gaza, Taysir al-Batsh, y dañó una mezquita cercana cuando terminaban las plegarias nocturnas, matando al menos a 18 personas, según las autoridades.
Hoy cientos de personas que cantaban «Dios es grande» se unieron al cortejo fúnebre de 17 integrantes de la familia de Al-Batsh que murieron en el ataque.
Activistas de Hamas dijeron que el ala militar del grupo pidió a las familias de sus integrantes que abandonaran sus casas luego de que Israel atacara varias residencias.
Palestinos con pasaporte extranjero comenzaron a salir de Gaza a través del puesto fronterizo de Erez. Israel, que coopera con la evacuación, informó que 800 palestinos residentes en Gaza tienen pasaportes de países como Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hizo una llamada unánime al alto el fuego, y el Ministro británico de Exteriores dijo que el domingo trabajaría con sus homólogos estadounidense, francés y alemán para buscar una tregua.
Israel ha realizado más de mil 300 ataques aéreos desde que comenzó la ofensiva, dijo el domingo Peter Lerner, vocero de las fuerzas armadas. Los palestinos han disparado más de 800 cohetes contra Israel, entre ellos, más de 120 en las últimas 24 horas, señaló el Ejército israelí.
Diplomáticos extranjeros también continuaron sus esfuerzos para detener el derramamiento de sangre. El Ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, volará a Israel el lunes y martes para dialogar con palestinos e israelíes. Mientras tanto, la Liga Árabe se reunirá el lunes para discutir la ofensiva israelí.
En la ciudad de Ramalá, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, dijo que llamó al secretario general de Naciones Unidas, Bank Ki-moon, para que brinde «protección internacional» al pueblo palestino.