Reabre en Ecuador casa de la amistad ecuatoriano-nicaragüense

Quito, 16 jul (PL) La Casa de la Amistad Ecuatoriano-Nicaragüense reabrió sus puertas en esta capital con la pretensión de convertir en un espacio para promover la solidaridad con la Revolución Sandinista que el sábado próximo cumplirá 35 años.
Esta reinauguración no es un anacronismo, pues tiene más valor y más importancia que nunca frente a la restauración conservadora que está en marcha en América Latina, afirmó la ministra ecuatoriana de Defensa, María Fernanda Espinosa, durante el acto celebrado anoche en la sede la Fundación Guayasamín.
De acuerdo con la funcionaria, la institución puede servir para contrarrestar la actual ofensiva lanzada por la derecha latinoamericana contra los gobiernos progresistas de la región.
Pablo, hijo de Oswaldo Guayasamín y actual presidente de la fundación que lleva el nombre del insigne pintor ecuatoriano, recordó que su progenitor fue uno de los primeros intelectuales del país suramericano que se sumó a la campaña de solidaridad con la Revolución que triunfó en Nicaragua el 19 de julio de 1979.
Es por eso que nos enorgullece volver a tomar esta bandera de la solidaridad con Nicaragua, aseveró.
El embajador nicaragüense en Ecuador, Sidharta Marín, resaltó, por su parte, el desarrollo económico y social alcanzado por su país tras el regreso al poder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en enero de 2007, luego de 16 años de gobiernos neoliberales.
Durante el acto, la activista de la solidaridad con Nicaragua María Sofía Vargas entregó a Marín una bandera del FSLN que durante 38 años guardaron los Cristianos de Base, una organización ecuatoriana que defiende la Teología de la Liberación.
Según explicó Vargas en un aparte con Prensa Latina, la enseña rojinegra acompañó a los activistas en las marchas que organizaron en Ecuador para apoyar la lucha revolucionaria de los guerrilleros sandinistas contra la dictadura somocista antes del triunfo de 1979.
El joven pintor ecuatoriano Cristian Mera también entregó al representante del gobierno nicaragüense el cuadro Sandino el Hombre, un retrato dedicado al líder antiimperialista y principal inspirador de la Revolución en el país centroamericano.
En opinión del artista, Augusto C. Sandino no pertenece a una sola tierra sino que renace a diario donde quiera que existen espíritus libres en el mundo

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