Un día mundial por Mandela

Naciones Unidas, 18 jul (PL) El mundo celebra hoy el Día Internacional de Nelson Mandela, instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 18 de julio, a propósito del natalicio en 1918 del desaparecido líder sudafricano, premio Nobel de la Paz.
Este será el primer Día Internacional sin su presencia física, pero queda su legado, su mensaje y su obra, expresó la Fundación homónima, la cual invitó a dedicar 67 minutos en esta jornada de recuerdo para ayudar al prójimo, como contribución a una cultura de paz y libertad en el planeta.
En noviembre de 2009, la Asamblea General de la ONU proclamó la fecha en reconocimiento a la contribución del luchador antiapartheid en una resolución (la 64/13) adoptada entonces.
Se reconocían así los valores de Mandela (nacido en Mvezo, un poblado pequeño de Sudáfrica) y su dedicación al servicio de la humanidad a través de su labor en los ámbitos de la solución de conflictos, las relaciones interraciales, la promoción y protección de los derechos humanos y la reconciliación.
También se valoró su aporte a la igualdad entre los géneros, los derechos de los niños y otros grupos vulnerables, la defensa de las comunidades pobres y subdesarrolladas, así como la batalla por la democracia a nivel internacional.
Por sus ideas políticas y la defensa de su pueblo contra el racismo, Nelson Mandela permaneció más de 27 años en cautiverio, la mayor parte de ellos en la prisión-isla de Robben.
Tras su liberación, el 11 de febrero de 1990, Mandela trabajó con el presidente en ese momento Frederik Willem de Klerk, como representante del Congreso Nacional Africano (CNA), en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica.
Tal proceso dio paso a las primeras elecciones con sufragio universal de 1994, en las cuales un aplastante triunfo del CNA lo llevó a la presidencia de esa nación hasta junio de 1999.
La última aparición pública fue el 11 de julio de 2010 en la final del Campeonato Mundial de fútbol celebrado en su país en 2010, tres años después, el 5 de diciembre de 2013, murió en Johannesburgo, tras cinco meses en los que cada rincón del globo terráqueo estuvo pendiente de Madiba, como muchos le decían.
«Los logros de Nelson Mandela tuvieron un precio enorme para él y para su familia. Su sacrificio sirvió no solo a la gente de su propio país, Sudáfrica, sino que hizo del mundo un lugar mejor para todas las personas, en todos los lugares… Él nos enseñó el camino, cambió el mundo», expresó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

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