Legislador republicano acusa a Obama de enemigo de la clase media

Washington, 26 jul (PL) El legislador republicano por el estado norteamericano de Montana, Steve Daines, culpó al presidente Barack Obama de librar una guerra contra la clase media del país debido a las regulaciones sobre las industrias energéticas a base de carbón.
Al mismo tiempo, instó al Senado, dominado por los demócratas, a aprobar proyectos laborales aprobados por la Cámara de Representantes.
En el mensaje de respuesta a la alocución sabatina del mandatario, Daines criticó las políticas energéticas dictadas recientemente por la administración Obama, dirigidas a mitigar el impacto de las emisiones de dióxido de carbono en el calentamiento global.
A juicio del representante, las reglas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) tendrán un impacto muy negativo en Montana, donde se encuentra una de las reservas de hulla o carbón mineral más ricas del país.
Daines, que disputará en noviembre con el senador demócrata John Walsh un puesto en la Cámara alta, consideró que las medidas de la Casa Blanca dan un golpe de gracia a la economía del estado y contribuirá a la destrucción de miles de puestos de trabajo.
El presidente Obama está librando una guerra contra la clase media, y el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, es su cómplice, consideró.
A inicios de junio, la EPA dictó un plan que pretende disminuir para 2030 la contaminación de las plantas electrogeneradoras, casi un 30 por ciento en relación con los parámetros del año 2005, a fin de combatir las causas del calentamiento global.
Según la normativa, los 50 estados del país tendrán hasta 2018 para definir cómo alcanzarán sus propios reajustes.
El organismo ambiental estima que la implementación de esta medida costará unos ocho mil 800 millones de dólares anualmente, pero a la vez traerá beneficios económicos para el país norteño a más largo plazo.
A juicio de la Casa Blanca, la normativa permitirá enfrentar el cambio climático, pues pondrá límites a las emanaciones de unas 600 plantas que producen electricidad a base de carbón mineral, responsables de alrededor del 40 por ciento de los gases de efecto invernadero en Estados Unidos.
Pese a ello, Washington sigue sin firmar el Protocolo de Kyoto, documento que busca regular las emisiones de gases con efecto invernadero a nivel global, de los cuales alrededor de un 25 por ciento corresponden a Estados Unidos.
A mediados del mes pasado, los gobernadores republicanos de Alaska, Indiana, Louisiana, Mississippi, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Pennsilvania, Texas y Wyoming pidieron al líder del Ejecutivo echar atrás la iniciativa.
Consideraron que las nuevas disposiciones podrían costar millones de dólares al presupuesto de los estados y eliminar decenas de miles de puestos laborales en aquellos territorios que dependen principalmente de la hulla para la generación de electricidad.

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