Sao Paulo, 31 jul (PL) La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, defendió hoy la política de valorización del salario mínimo, la creación de empleos y otras conquistas logradas en los 11 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).
Al intervenir en un acto de apoyo de la Central Única de Trabajadores (CUT) en Guarulhos, Sao Paulo, Rousseff prometió continuar con los programas sociales y hasta ampliarlos de ser reelecta en los comicios del 5 de octubre próximo.
Vamos a proseguir con el incremento del sueldo mínimo, lo cual ayuda a reducir la desigualdad social en el país, subrayó al recalcar que ella no fui elegida en 2010 para reducir la paga del trabajador, ni para generar desempleo.
En los próximos cuatro años implementaré medidas para superar la crisis económica y alcanzar un crecimiento sostenido, con estabilidad en el empleo, los ingresos y otros logros sociales, como el reconocimiento del trabajo doméstico, la lucha contra el trabajo esclavo y el acceso de los negros a las funciones públicas a través de la Ley de Cuotas, aseveró.
La ocasión fue propicia para el que líder de la CUT, Vagner Freitas, ratificara su respaldo a la reelección de la jefa de Estado y le entregara un documento con las exigencias de los trabajadores.
Entre otras demandas, la CUT reclama una reducción de la jornada laboral, sin la disminución de los sueldos, la aceleración del proceso de reforma agraria y el fin de la discriminación de negros y mujeres.
Concluido este acto, la gobernante participó en la inauguración de la Iglesia Universal del Reino de Dios, considerada como una réplica del Templo de Salomón de Jerusalén.
Valorado en 680 millones de reales (unos 300 millones de dólares), la ceremonia de apertura de ese templo contó también con la presencia del vicepresidente del país, Michel Temer, y de 11 gobernadores, incluido el del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.
Construido en el barrio popular de Brás, el santuario tiene una capacidad para 10 mil fieles.
Brasil defiende política de valorización de salario mínimo
