Washington, 1 ago (PL) La demanda aprobada esta semana por la Cámara de Representantes contra el presidente Barack Obama por presuntas violaciones de los poderes ejecutivos acapara hoy la atención en Estados Unidos.
Este viernes, incluso, el representante republicano por Oklahoma Tom Cole criticó a sus colegas por demandar al mandatario, mientras se niegan a aprobar una ley que le permita manejar la crisis fronteriza.
No se puede decir que se extralimitó actuando sin autoridad legislativa y luego negarse a darle la autoridad legislativa y la dirección en otras áreas, declaró Cole en el programa televisivo de la MSNBC Morning Joe.
Según medios de prensa y comentaristas estadounidenses la Cámara baja se apresta a llevar a los tribunales su estrategia política de bloquear al máximo la agenda de gobierno del primer presidente negro del país.
Un editorial del diario hispano La Opinión, de California, señala que «hay una profunda ironía en que el Congreso, caracterizado como uno de los más obstruccionistas de los últimos tiempos, acuse a la Casa Blanca de buscar otras alternativas para mover su agenda ante el bloqueo legislativo».
Llama la atención que la mayoría republicana se queja de que el gobernante se extralimitó en el uso de su poder ejecutivo al modificar la Ley de Salud Asequible (ACA) u Obamacare, retrasando la entrada en efecto de una serie de cláusulas que hace obligatoria la participación del sector privado en la reforma de salud, señala.
Ahí aflora la contradicción y se pone de manifiesto el doble rasero que sigue la oposición.
Los republicanos ahora quieren ir ante el juez para exigir la aplicación fidedigna de una ley que pulsaron por eliminar en más de 50 oportunidades y que centra desde hace meses su bloqueo a muchas iniciativas que impulsa la Casa Blanca.
Los aspectos de la ley que el mandatario pospuso postergar son precisamente los que despertaban más oposición entre los legisladores.
Al respecto, el diario californiano señala que «hace tiempo que la coherencia quedó atrás para dar paso a la estrategia de denunciar a Obama como un presidente que no respeta la Constitución con sus órdenes ejecutivas e interpretaciones de las leyes».
Sin embargo, subraya, Obama es el mandatario que menos uso hizo en los últimos 30 años de los recursos a mano de la presidencia para decidir qué hacer con una ley nueva.
Algunos republicanos tratan de apartarse del fuego y plantean hoy que el juicio contra el mandatario no es político sino judicial, aunque medios de prensa como The Hill, especializado en temas del Congreso, advierten que los ultraconservadores al final tienen como objetivo un juicio político a Obama.
Expertos en la política estadounidense estiman que el interés del liderazgo republicano de la Cámara baja no es destituir al mandatario sino distraer en los tribunales la atención de la Administración Obama en los dos años de gobierno que le quedan.
El editorial de La Opinión precisa que esta es una meta política bajo una farsa constitucional.
Califican de ironía demanda republicana contra Obama
