Viceministra británica dimite debido a política de Londres hacia Gaza

Londres, 5 ago (PL) La viceministra de Asuntos Exteriores Sayeeda Warsi dimitió hoy como protesta ante la posición de Reino Unido en el conflicto en Palestina, donde las fuerzas israelíes han dado muerte a unas mil 800 personas.
Warsi, la primera mujer musulmana en un Gobierno británico, calificó en su cuenta de Twitter de moralmente indefendible a la política de su país hacia los ataques de Tel Aviv contra la Franja de Gaza.
La funcionaria anunció en la red social que escribió al primer ministro David Cameron para presentar su renuncia.
No puedo soportar más la política gubernamental sobre Gaza, expresó.
A mediados del mes pasado Cameron reiteró su apoyo a Israel en el conflicto y respaldó el alegado pretexto de Tel Aviv relacionado con la muerte de civiles por acometidas de la Resistencia Islámica (Hamas).
Desde entonces, el jefe del Gobierno recibió fuertes críticas de la opinión pública internacional y los principales políticos británicos, quienes lo increparon por guardar silencio sobre la agresión a Palestina.
Según el diario The Guardian, la Viceministra subrayó en su mensaje de esta jornada que la postura de Londres traería un impacto negativo para la reputación del país.
La actitud del Reino Unido no es consistente con el apoyo a las leyes internacionales, explicó.
En una entrevista concedida al diario digital Huffington Post citada aquí, la funcionaria aseveró que la decisión británica de no reconocer un Estado Palestino en Naciones Unidas, en 2012, fue errónea.
Tras entregar su dimisión, el primer reclamo de Warsi a Londres fue el cese de la exportación de armamento hacia Tel Aviv.
Hasta ahora, la única medida tomada por el Ejecutivo británico en relación con el conflicto fue la revisión de las licencias concedidas a Israel para la venta de armas, pero no las congeló.
De acuerdo con fuentes oficiales israelíes, el objetivo de la operación militar es destruir emplazamientos de cohetes, fábricas de armas y túneles vinculados a Hamas, pero los ataques recientes a hospitales, ambulancias y viviendas en Gaza, así como el gran número de niños y mujeres muertos, ponen en entredicho ese argumento.

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