Obama sopesa bombardear posiciones de extremistas en Iraq

Washington, 7 ago (PL) El presidente estadounidense, Barack Obama, evalúa la posibilidad de bombardear posiciones de los grupos extremistas que controlan importantes zonas del occidente de Iraq, reveló hoy la página digital del diario The New York Times.
Esa es una de las opciones que asesores de seguridad nacional ofrecieron este jueves al mandatario durante una reunión en la Casa Blanca, con el fin de frenar el acoso de los fundamentalistas islámicos contra algunas minorías en la nación mesoriental, detalló la publicación a partir de fuentes del Gobierno.
No obstante, el portavoz del Ejecutivo Josh Earnest aseguró durante su rueda de prensa diaria que una eventual acción militar de Washington contra el denominado Estado Islámico (EI) «se haría sin tropas y con objetivos limitados».
El gobierno demócrata considera que la situación en Iraq está próxima a ser una catástrofe humanitaria, mientras Obama opina que «no existe una solución militar para resolver la crisis en ese país» y que lo más recomendable es encontrar «una solución política», subrayó el vocero.
De acuerdo con medios de prensa estadounidenses, que citan fuentes del Gobierno sin identificar, la Casa Blanca podría ordenar además el uso de aviones militares para lanzar agua potable, alimentos y medicinas a las comunidades desplazadas en suelo iraquí por los grupos armados de tendencia radical.
También podría disponer el envío de una fuerza militar para crear corredores por donde el gobierno iraquí pueda transportar esos suministros.
Según el balance de distintas cifras, más de medio millón de personas han sido obligadas a desplazarse ante el avance del EI, entidad que anunció la creación de un califato y la imposición de la sharia o ley islámica como de obligatorio cumplimiento en las zonas bajo su mando. El gobierno de Obama, que se enfrenta a un complejo proceso de retirada de sus tropas en Iraq, previsto para 2016, atestigua ahora el vertiginoso avance de los islamistas que durante más de una década adujo combatir como parte de su llamada guerra global contra el terrorismo.
En 2003, el entonces gobierno del republicano George W. Bush (2001-2009) ordenó la invasión del país levantino bajo el pretexto de la existencia de armas de destrucción masiva que, sin embargo, nunca aparecieron.
Obama exteriorizó recientemente su preocupación por el peligro que supone el ascenso de los grupos yihadistas en Siria e Iraq, cuyos integrantes de origen europeo podrían viajar a Estados Unidos con sus pasaportes y sin necesidad de visa.
La oposición republicana acusa a la Casa Blanca de carecer de una estrategia coherente para contrarrestar lo que estimados de inteligencia aseguran será una amenaza directa para Estados Unidos.
El Pentágono envió en las últimas semanas cerca de 800 soldados para brindar asesoría y proteger la embajada, el aeropuerto de Bagdad y el personal estadounidense en ese territorio.
De igual forma, Washington trasladó helicópteros de combate para posibles evacuaciones, así como aviones teledirigidos (drones), algunos con armamento, para misiones de vigilancia y protección sobre la capital iraquí.

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