Miles de poblanos salieron a las calles el mediodía del domingo a pedir la destitución del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, a quien culpan de la muerte del menor de 13 años, José Luis Tehuatlie, herido en el desalojo del 9 de julio en la autopista a Atlixco.
Dos contingentes marcharon hasta el zócalo: el primero salió del centro comercial Triángulo Las Ánimas rumbo a la Avenida Juárez, en donde otro grupo le esperó por más de dos horas.
Una vez unidos, caminaron a lo largo de esa rúa hasta el zócalo angelopolitano.
Entre los participantes destacaron varios personajes públicos como Ana Teresa Aranda, Gabriel Hinojosa, Bernardo Hinojosa, Francisco Javier Torres, Roxana Luna, Geraldine González, Ricardo Villa Escalera, Violeta Lagunes, Jesús Encinas, José Ángel Pérez, David Méndez, René Sánchez Galindo y Gerardo Fernández Noroña, que se sumó al final de la protesta.
Destacaron los contingentes del Sindicato de Telefonistas y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Asimismo, estuvieron presentes la madre, hermanas y otros parientes de José Luis Tehuatlie y pobladores de Chalchihuapan.
A su llegada al Centro Histórico, por la Avenida Reforma, la marcha abarcaba al menos cinco cuadras compactas de manifestantes que antes caminaban dispersos a lo ancho de la Avenida Juárez; los organizadores calcularon cerca de 12 mil participantes, el gobierno estatal en un comunicado calculó mil 250, aunque los agentes de Tránsito Municipal dieron parte de dos mil manifestantes. Los corresponsales de algunas agencias internacionales informaron de la presencia de ocho mil individuos.
Además de condenar los hechos del 9 de julio, junto con la muerte del menor de edad, los manifestantes criticaron lo que llamaron una «ausencia de equilibrios y contrapesos que deberían ejercer los poderes Legislativo y Judicial».
En un comunicado leído al final de la marcha, se criticó que haya una presunta persecución a los detractores del gobierno estatal, al sindicato de burócratas, a las organizaciones campesinas y sociales, a los medios informativos críticos, a los dueños de mototaxis, a los propietarios de verificentros, y a quienes se oponen a proyectos como la instalación del Gasoducto Morelos y al funcionamiento de minas en la Sierra Norte.
Además de criticar la llamada «ley bala», los manifestantes fustigaron al Congreso estatal por haber permitido la incursión de una empresa privada en el manejo del agua potable y el incremento de las tarifas, así como el retiro del control del Registro Civil a los presidentes auxiliares.
Las exigencias de los manifestantes fueron:
· Juicio político al gobernador de Puebla
· Destitución de los secretarios General de Gobierno, Luis Maldonado, y de Seguridad Pública, Facundo Rosas.
· Derogación y/o abrogación de la «ley bala», Ley de Expropiación, y los cambios a la Ley Orgánica Municipal.
· Cancelación de las órdenes de aprehensión en contra de activistas opositores al gobierno, y liberación de Enedina Rosas, Juan Carlos Flores y Abraham Cordero, que se encuentran encarcelados.
· Esclarecimiento y castigo a los responsables de la muerte de José Luis Tehuatlie.
· Restitución del servicio de Registro Civil a las juntas auxiliares.
· Respeto a los derechos de reunión, asociación pacífica, libertad de expresión y manifestación en espacios públicos.
Al final de la marcha, exactamente a las 13:45 horas se guardó un minuto de silencio en memoria de José Luis Tehuatlie, cuya madre, Elia Tamayo, reiteró haber sido presionada cuando su hijo agonizaba en el Hospital General del Sur; «tuve mucha presión cuando estaba en el hospital, ofreciéndome cosas pero dije jamás voy a recibir nada, como si hubiera vendido a mi hijo, mi hijo no tiene precio».