Río +20 reabre su agenda de trabajo en Bogotá

Bogotá 11 ago (PL) Conferencias sobre planeación urbana y cambio climático, conforman la agenda de los diálogos de alto nivel «Implementación, Decisiones Rio+20 y Promoción de Ciudades, Transporte y Turismo Sostenible», que tienen lugar hoy en Colombia.
Bogotá es la ciudad escogida por Naciones Unidas como sede del encuentro, cuyas raíces se remontan hacia 1992, en la conocida Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, Brasil.
En ese evento se trataron temas como, fuentes alternativas de energía, combustibles fósiles y cambio climático global, apoyo al transporte público para reducir emisiones de los vehículos, congestión en las ciudades y problemas de salud causado por la polución.
Varios fueron los logros alcanzados entonces, entre los que figuran la Convención para la Diversidad Biológica y el acuerdo sobre la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que más tarde llevaría al Protocolo de Kioto, y documentos sobre medio ambiente y desarrollo.
Dos décadas más tarde, Río de Janeiro acogió una segunda versión de la Cumbre de la Tierra, conocida como Río+20, la que culminó con la adopción del documento titulado «El futuro que queremos».
El mismo puso de relieve que la economía verde debería contribuir a la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico sostenible, y enfatizó en la importancia de una planeación urbana adecuada, con el fin de responder efectivamente al esperado crecimiento de la población en los años siguientes.
El informe reconoció el rol de los gobiernos locales por plasmar una visión de ciudad sostenible, a través de la revitalización de barrios y urbanizaciones, hasta la adopción de programas de eficiencia energética en la construcción, manejo y desarrollo de sistemas de transporte apropiados.
Destacó también la importancia de la movilidad eficiente de bienes y personas y del acceso al transporte ecológicamente racional, seguro y asequible como medio para mejorar la equidad social, la salud, la resiliencia de ciudades, la productividad de áreas rurales, así como el desarrollo de un turismo bien diseñado y gestionado.
Sin embargo, muchos expertos consideran que en Río+20 no se establecieron metas concretas que sirvieran para dar continuidad a los Objetivos del Milenio, centrados en erradicar la pobreza, más allá del 2015.
El tema del cambio climático, favorecido por la utilización de los combustibles fósiles, no tuvo mucha atención, solo una presencia mínima en el documento final. Hay una conciencia generalizada de que se debe disminuir el uso de estos combustibles, pero no existe un plan para hacer efectivo este propósito, señalan.
Como datos destacados, Naciones Unidas señala que más de mil 500 millones de personas en el mundo no tienen acceso a la electricidad, o que más de un tercio de todas las especies conocidas podrían extinguirse si el cambio climático continúa sin control.

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