Buenavista, responsable por derrame de químicos tóxicos

México, 15 ago (PL) La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) indicó hoy que la empresa Buenavista del Cobre, del Grupo México, actúo de forma negligente ante el derrame de químicos tóxicos que enfrenta el estado de Sonora.
De acuerdo con el organismo, la firma no vigiló las fugas de residuos, que provocaron el vertimiento de 40 millones de litros de sulfato de cobre con metales pesados a un río de esa región norteña, el cual atraviesa seis municipios.
Arturo Rodríguez, subprocurador de Inspección Industrial de la Profepa, afirmó que, según lo establecido por la normatividad vigente, la compañía debe tener sistemas de detección y de control para evitar que estas fugas ocurran, además de contar con una laguna que reciba los excedentes.
Por eso, el organismo buscará la máxima sanción que permite la ley, una multa de poco más de tres millones de pesos -unos 228 mil dólares-, y se abrirán otros procedimientos administrativos para ser aún más exigentes con esta falta, expresó.
La responsabilidad es absolutamente de la empresa y vamos a ir muy duro contra ella, tratando de disuadir tales comportamientos ilícitos de otras firmas industriales que decidieron no atenerse a la legislación ambiental, advirtió.
Según Rodríguez, la empresa Buena Vista del Cobre se encuentra parcialmente clausurada, lo cual afecta su proceso de producción.
Mientras tanto, apuntó, las condiciones de calidad del agua en la zona contaminada van mejorando, aunque todavía no está permitido su consumo, debido a que persiste el contenido de metales, principalmente de cobre.
Por su parte, Antonio Navarrete, comisionado de Difusión de la sección 65 del Sindicato Minero Nacional, señaló que la mina no colapsó de manera repentina, pues existieron evidencias de deterioro que no se reportaron.
La represa avisa con anticipación: primero se humedece la tierra, luego lagrimea y en la parte de abajo empieza a verse el ácido; cuando ocurre eso tienen que, de inmediato, realizar labores de reparación, porque si no lo hacen, vienen eventos como el sucedido, explicó.
A decir de Navarrete, quien trabajó en el lugar hasta 2010, los residuos no se desbordaron por las lluvias, como informó el Grupo México, sino por la negligencia de quienes estaban encargados del mantenimiento.
Esos espacios deben ser monitoreados las 24 horas del día, los 365 días del año, y cuentan con bombas para poder transportar el ácido hacia otra parte en situación de emergencia, afirmó.

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