España inició la batalla por los municipios

Madrid, 23 ago (PL) La primera batalla de las elecciones municipales españolas de 2015 ya comenzó, con la pugna por una propuesta del gobernante Partido Popular para reformar la ley y escoger a los alcaldes mediante votación directa.
Actualmente, según la ley electoral de 1985, el alcalde es designado en el pleno municipal por los concejales elegidos en listas cerradas, pero para los comicios de la próxima primavera el PP quiere su elección directa, sin posibilidad de pactos postelectorales.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) e Izquierda Unida (IU), los principales de oposición, con el respaldo del Grupo Mixto de diputados, pidieron al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, que explique al Congreso su propuesta que consideran viola la democracia.
En opinión de IU se trata de un intento del PP de defender las alcaldías que controla con una mayoría relativa, ante el avance de las fuerzas de izquierda en los últimos tiempos, cuya posible alianza les daría la mayor cantidad de concejales.
El PSOE, en tanto, presentó una propuesta similar y llamó al resto de las fuerzas a sumarse a la oposición a la reforma y dejar de manifiesto el aislamiento del PP que -no obstante- cuenta con mayoría suficiente para sancionarla sólo con sus propios votos.
La aprobación de la propuesta sólo con el respaldo del partido gobernante tendría de todas formas un costo político y reforzaría críticas sobre la forma como impone su mayoría, sin negociaciones ni consenso con las otras fuerzas.
En rueda de prensa, el diputado y vocero de IU, Gaspar Llamazares, consideró que la propuesta busca meter la mano en la urna para cambiar la voluntad de los ciudadanos con un golpe contra el sistema electoral y mantener así el control de los municipios.
La perspectiva del cambio también reforzó la tendencia a alianzas de la izquierda, ante lo cual todavía los partidos sacan sus cuentas, mientras las encuestas otorgan amplias opciones de triunfo en muchos municipios a posibles coaliciones de este tipo.
El propio Llamazares convocó para los días 19 y 20 de septiembre a dirigentes de IU, Podemos, Equo y Compromís con el fin de analizar opciones de convergencia al margen del bipartidismo del PP-PSOE y crear lo que definió como un espacio de construcción colectiva.
Además de representantes de partidos, la propuesta incluye a personalidades de la vida política y social española como el exjuez Baltasar Garzón, la escritora Almudena Grandes y el exrector de la Universidad Complutense Carlos Berzosa.
En opinión de otros sectores, la iniciativa del PP hace más necesario el acercamiento  a los movimientos sociales surgidos luego de la ola de protestas callejeras de los indignados que aparecieron en el panorama español en 2011.
Ada Colau, coordinadora de Guanyem (ganemos) Barcelona considera que el intento de cambio refuerza la necesidad de confluir en los comicios de 2015, como promueve la iniciativa que encabeza y se está repitiendo en otras ciudades, incluyendo Madrid.
Colau abrió las puertas a la posibilidad de una asociación inédita en España, con coaliciones formadas por partidos políticos y movimientos sociales, culturales, vecinales y de otra índole regularmente al margen de la política.
La idea de crear frentes de izquierda y movimientos ciudadanos para las municipales, tiene respaldos de varias organizaciones, entre ellas Podemos, agrupación que apareció en las elecciones europeas del pasado mayo y se convirtió en el cuarto partido más votado.
Podemos no solo obtuvo cinco eurodiputados y más de 1,2 millones de votos, sino que en sondeos posteriores se ve beneficiada por crecimientos considerables e incluso algunas encuestas la sitúan como la tercera fuerza en intención de voto.
Si bien muchos de sus seguidores salieron de partidos de izquierda atraídos por el discurso de su líder Pablo Iglesias, un joven profesor de Economía y participante habitual de tertulias televisivas, también se considera que es apoyado por un sector hasta ahora alejado de la política.
La atracción de Podemos de un fragmento de la población incluido entre los abstencionistas habituales, por su decepción ante la falta de soluciones a lo largo de los años, es otro elemento que impulsa el avance de la izquierda y tal vez la reforma propuesta por el PP.
En las bases de Podemos y otras organizaciones afines, la reforma en debate ahora estimula a los grupos que promueven la creación de frentes municipales, sobre los cuales aún no hay acuerdos definitivos cuando ya comenzó la primera batalla electoral.

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