La máquina celeste se impuso por 2-1 a los Gallos

Era un juego que terminaba de hundir a Cruz Azul o lo sacaba de la crisis futbolística. Pero el equipo celeste sacó el orgullo herido, recuperó el hambre, la determinación y el futbol, y así venció a los Gallos.
Fue una victoria 2-1 contra un Querétaro que nunca se dio por vencido, que también atacó y que tuvo oportunidades para empatar. El triunfo vale más que tres puntos para La Máquina porque les permite retomar la confianza, quitarse la presión que tenían encima y meterse en la pelea por la clasificación.
En la semana, tras la derrota ante el Chorrillo FC en la Concahampions, los jugadores de celestes reconocieron que habían tocado fondo. Se reunieron entre ellos para señalarse sus errores. La autocrítica sirvió.
La Máquina dominó primero y se encontró con un penalti que le cometieron a Mariano Pavone. Rogelio Chávez fue quien se animó a cobrarlo. Tiró pegado al poste y aunque el portero adivinó, no lo detuvo. Gol que le dio esperanza al equipo celeste. De ahí jugó su mejor futbol.

Pero por segundo partido seguido, Cruz Azul cometió un error en la salida y terminó con gol en contra: Hernán Bernardelllo perdió el balón, Camilo Sanvezzo se lo quitó, se enfiló a la portería celeste y tiró fuerte, abajo, pegado al poste, imposible de detener para Jesús Corona.

Cruz Azul estaba obligado a atacar para recuperar la ventaja y eso ayudó al espectáculo. Hubo llegadas de La Máquina y de Gallos. Inclusive Mariano Pavone tuvo la oportunidad de adelantar a los celestes pero falló un remate solo frente al portero.
El juego fue emocionante en el segundo tiempo. Cruz Azul seguía sin aprovechar las jugadas de peligro que creaba. Parecía que de nuevo iba a empatar frente a su gente.
Cuando se acercaba el final, Marco Fabián puso un centro bombeado al Chaco Giménez, pero apareció Mario Osuna y punteó el balón para quitárselo y sin querer, le puso un centro a Joao Rojas quien se tendió de palomita para marcar el segundo gol celeste.

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