(ng) El Gobernador de California, Jerry Brown, declaró estado de emergencia, tras un fuerte sismo de magnitud 6.0 grados que causó severos daños y varios heridos.
La ciudad de Napa, en el valle vinícola de ese nombre, informó que dos adultos y un niño están en condición crítica por las heridas que sufrieron y que el hospital Reina del Valle, en Napa, ha atendido a 87 personas.
La vocera del hospital, Vanessa DeGier, dijo que la mayoría de los pacientes sufrieron cortaduras y golpes.
El sismo se registró poco antes de las 3:30 horas, tiempo local, a unos 16 kilómetros al noroeste del Cañón American, que se encuentra a unos 9.5 kilómetros al suroeste de Napa.
El jefe de bomberos de Napa, Darren Drake, informó que el temblor causó seis incendios significativos, uno de ellos en un estacionamiento de casas móviles. Cuatro casas quedaron destruidas y dos averiadas.
Miles de personas se quedaron sin electricidad, además de que edificios y caminos sufrieron daños; también se han reportado fugas de gas y agua.
El agente de la Policía de Caminos de California Kevin Bartlett dijo que grietas y daños en el pavimento obligaron al cierre del tramo de una carretera.
El oficial aclaró que no hubo reportes de heridos o personas atrapadas en sus coches, pero que numerosos automóviles sufrieron ponchaduras de llanta por conducir sobre caminos dañados.
Se trató del sismo más fuerte que se haya presentado en la zona de San Francisco desde el de Loma Prieta de 1989, que tuvo una magnitud de 6.9, apuntó el sismológico estadounidense.