Activa principal refinería venezolana a dos años de sabotaje

Caracas, 25 ago (PL) El Centro de Refinación Paraguaná (CRP), localizado en el estado venezolano de Falcón, garantiza el abastecimiento del mercado interno y la exportación al cumplirse hoy dos años de una acción de sabotaje contra la planta de Amuay.
La estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) recordó este lunes ese hecho, que generó una explosión en el área de almacenamiento conocida como Bloque 23.
Tal acción premeditada buscaba revertir una tendencia electoral que estaba favoreciendo al fallecido presidente Hugo Chávez, sin embargo, la victoria socialista resultó abrumadora.
Ya en 2002 el ejército de trabajadores patriotas se quedó en sus lugares de labor para rescatar a Pdvsa del sabotaje petrolero, y logró reactivar la industria pese a los daños humanos y materiales que ocasionaron las acciones de la derecha.
Una década después, en el 2012, el talento de la fuerza humana del CRP permitió que la refinería Amuay siguiera cumpliendo el despacho de gasolina, JetA1, y demás productos terminados, tanto para el mercado interno como la exportación.
Actualmente, la planta procesa 448 mil barriles diarios de crudo, en tanto Cardón (también integrada en el complejo), aporta otros 254 mil toneles por jornada.
Detalladas investigaciones a cargo del Ministerio Público, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas llevaron a determinar que el escape de gases previo a la explosión ocurrió en la bomba 26-01.
En ese equipo se aflojaron siete de los ocho pernos que ajustan la bomba al equipo de succión, produciendo una abertura por donde se escapó el gas, el cual formó una nube que en 10 segundo alcanzó una altura de siete metros.
Esa formacion hizo ignición a la altura del estacionamiento del Destacamento 44 de la Guardia Nacional Bolivariana, cuando los funcionarios intentaron poner en marcha los vehículos para desalojar el lugar.
Las pérdidas ocasionadas son superiores a los mil 100 millones de dólares, además de 47 vidas, entre ellas las de los miembros del Destacamento 44, y las de dos trabajadores

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