Pfizer y Amfem otorgan reconocimiento excelencia a egresada-BUAP

Andrea González Morales, egresada de la Facultad de Medicina obtuvo el “Reconocimiento a la Excelencia de Estudiantes de Medicina 2014” por su desempeño académico y desarrollo integral en su formación profesional

Su visión humanista de la Medicina, le define con claridad el porvenir: ser parte de Médicos sin Fronteras, organización internacional humanitaria que en su labor no distingue sexo, raza, religión o ideología política. Su nombre: Andrea González Morales, egresada de la Facultad de Medicina de la BUAP, quien obtuvo el “Reconocimiento a la Excelencia de Estudiantes de Medicina 2014”, que otorgan el Instituto Científico Pfizer y la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM).

De entre 89 instituciones de educación superior del país, que conforman la AMFEM y postulan a sus candidatos, la egresada de la BUAP logró tal galardón que se otorga con criterios de desempeño académico y desarrollo integral a lo largo de la formación profesional.

Originaria de Tecamachalco, Puebla, también egresada de una preparatoria de la Máxima Casa de Estudios en el estado, la Regional “Enrique Cabrera Barroso”, Andrea ha sido una estudiante impecable. Fue la mejor de su generación. De la Facultad de Medicina egresó con promedio de 9.73; en la preparatoria, primer lugar con promedio de 9.98, y 10 de calificación de la primaria y secundaria.

Hoy realiza su servicio social en la Unidad de Medicina Familiar número 57, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con la meta de concluir el pregrado y estudiar la especialidad de Medicina Interna, en la subespecialidad de Reumatología, lo que le da la oportunidad de aplicarse en la parte clínica de la profesión, pero además en el campo de la investigación.

“La clínica me gusta mucho, más que la investigación, pero esta subespecialidad tiene los dos lados, porque se ven pacientes que sufren mucho, con dolores crónicos e intensos, y son enfermedades no tan estudiadas. Pienso en espondilitis anquilosante que afecta a varones jóvenes que a menudo en las mañanas no se pueden levantar porque el cartílago se los impide; el lupus eritematoso, la artritis reumática…”, expresa a través de unos ojos limpios y mirada serena.

Andrea es parte de una familia de cuatro miembros: sus padres y su hermana estudiante de Derecho. Su vocación por la Medicina, refiere, la heredó de su padre y de los excelentes profesores que tuvo durante su formación profesional, la mayoría de ellos también egresados de la BUAP.

“Mi padre es médico, especialista en el servicio de Urgencias. Cuando me platicaba de sus experiencias en la Sierra, por ejemplo, me llenaba de emociones, saber todo lo que hacía por las personas que lo necesitaban. Mis profesores también influyeron mucho en mí; pienso en Ernesto Segura Romero, cirujano oncólogo, quien no sólo nos trasmitía lo académico sino también sus experiencias con pacientes terminales y nos inculcaba el lado humanista de la Medicina; y en José Luis de la Concha, infectólogo, quien me motivó por esta especialidad”, comenta.

Para la galardonada con el “Reconocimiento a la Excelencia de Estudiantes de Medicina 2014”, el pasado 21 de agosto en la sede de la Academia Nacional de Medicina, ubicada en el Centro Médico Nacional Siglo XXI en la ciudad de México, la familia es el pilar de todo, que “te apoya en las buenas y en las malas, que te orienta y define un camino”. De su universidad, dice: “Yo quiero mucho a la BUAP, a mi facultad, porque tuve la oportunidad de tener excelentes profesores”.

De su preparatoria heredó el gusto por la lectura, de manera particular por la literatura. La prosa de Gabriel García Márquez y Elena Poniatowska. Su libro preferido del colombiano, Cien años de soledad, del cual revela con un asomo de candidez: “¡Tuve que hacer un croquis de toda su familia para entenderlo!”.

Para aminorar el estrés, dice, nada como el deporte. Así que en su vida estudiantil practicó baloncesto, natación, tae kwon do y volibol. Hoy, al filo de su carrera, se orienta hacia un nuevo reto: ingresar a Médicos sin Fronteras, especializada en Medicina Interna para ofrecer a esta organización internacional humanitaria “algo más que un médico general”.

Su filosofía: no perder el lado humanista de su profesión; tratar al paciente como si se tratara de un familiar. “Que el mundo no sea igual antes ni después de ti”, sonríe luminosa.

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