Washington, 27 ago (PL) El periodista estadounidense Peter Theo Curtis regresó al país este martes tras pasar dos años secuestrado por un grupo extremista en Siria, informó hoy su familia en un comunicado divulgado por medios locales.
Curtis, de 45 años, arribó al aeropuerto internacional de Newark, en Nueva Jersey, en un vuelo procedente de Tel Aviv, y más tarde se desplazó hacia el hogar de su madre en Boston, estado de Massachussets, precisó la información citada por el sitio digital del diario The Boston Globe.
El reportero fue secuestrado en 2012 en la localidad turca de Antakia, cuando intentaba entrar a Siria para cubrir el conflicto bélico en la que disímiles fuerzas opositoras, integradas en su mayoría por radicales islámicos y mercenarios, intentan derrocar al gobierno del presidente Bashar al Assad.
Curtis fue entregado el domingo a fuerzas de paz de la ONU en la localidad de Al Rafid, en la provincia siria de Quneitra, en los Altos del Golán, limítrofes con Israel, precisó la fuente.
Se cree que estaba en poder del Frente al Nusra, una de las entidades fundamentalistas que al igual que el denominado Estado Islámico de Iraq y el Levante, pretende imponer en la región un califato regido por la sharia o ley islámica.
La semana pasada otro periodista estadounidense, James Foley, fue decapitado por los yihadistas en territorio sirio, casi dos años después de su secuestro.
El brutal asesinato difundido en vídeo, suscitó una amplia condena mundial, tanto de autoridades como del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Pentágono reconoció días atrás que usó fuerzas de los cuerpos especiales para una infructuosa operación de rescate en Siria, con el fin de liberar a varios rehenes estadounidenses en la nación mesoriental.
El EI, que protagonizó una expansión relámpago en estratégicas zonas del norte y occidente de Iraq, así como en la parte septentrional de Siria, amenazó con liquidar a los cautivos si Estados Unidos continúa los bombardeos selectivos contra sus posiciones en Erbil, iniciados el 8 de agosto último.
Tras la muerte de Foley, la administración del presidente Barack Obama reiteró su negativa a efectuar cualquier concesión a los radicales islámicos, pese a las amenazas de ejecutar a los rehenes.
Paralelamente, la Casa Blanca evalúa la posibilidad de efectuar ataques selectivos contra posiciones de fundamentalistas en Siria, similares a los Iraq.
Regresa a EE.UU. periodista secuestrado por extremistas en Siria
