Prosigue en Costa Rica reunión contra municiones de racimo

San José, 4 sep (PL) Representantes de los Estados Parte de la Convención contra las Municiones de Racimo continúan reunidos hoy en Costa Rica con vistas a alentar la incorporación de otros países a la batalla contra el empleo de esas armas.
Desde inicios del encuentro, el lunes, los más de 500 participantes de distintas naciones dialogaron acerca de lo estipulado en ese documento y de las estrategias a seguir para alcanzar mayor respaldo a la lucha emprendida desde su presentación por el Gobierno de Noruega y organizaciones civiles en 2008.
El tratado entró en vigor en agosto de 2010 y hasta ahora tiene el apoyo de 113 países, a los cuales se sumarán oficialmente en el corto plazo Belice y la República Democrática del Congo, trascendió en estas jornadas.
Al calor de los debates contra la producción, almacenamiento, comercialización y empleo de las municiones de racimo, miembros de la coalición contra estas aseguraron que la aceptación del acuerdo avanza en Latinoamérica y que dentro de poco pudieran adoptarlo Colombia y Paraguay.
Más allá de estas afiliaciones destacó en esta semana la declaratoria de Centroamérica como primera región del mundo libre de esos artefactos de elevada capacidad destructiva, pues al ser lanzados dispersan decenas de bombas pequeñas en amplias extensiones con un alto costo humanitario.
El anuncio fue calificado por el canciller costarricense, Manuel González, de paso hacia el alcance global del convenio que ahora debe ser universalizado y dotado de una infraestructura administrativa mínima para su funcionamiento.
Es perentorio, además, insistir en los informes de transparencia, en los plazos de destrucción de esas armas y, lo más importante, en la ayuda y rehabilitación de las víctimas, añadió.
Es importante que una región que ha sido víctima de la guerra pueda mandarle al mundo un mensaje tan claro de nuestro compromiso con la paz y el desarrollo, declaró el representante de Costa Rica ante el sistema de Naciones Unidas (ONU), en Ginebra, Christian Guillermet, en alusión a lo ocurrido en Centroamérica en los años 80.
Informes de la ONU fijan en alrededor de 30 mil las víctimas directas de los conflictos armados en esa etapa en Nicaragua; en cerca de 80 mil las de El Salvador y en 100 mil las de Guatemala, en tanto detallan las secuelas negativas que provocaron esos enfrentamientos en miles de personas de todas las edades.
Las municiones de racimo -producidas fundamentalmente por Estados Unidos, Israel, Paquistán, Rusia e India- causaron unas 55 mil víctimas en todo el mundo en el último lustro, de las cuales 97 por ciento eran civiles.
Sólo de 2012 al 2013, mil 584 personas perecieron bajo sus efectos en Siria e igual fueron empleadas continuamente en los conflictos de Ucrania y Sudán del Sur.

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