Washington, 8 sep (PL) Defensores de los derechos de los inmigrantes expresaron hoy su decepción ante el anuncio del presidente estadounidense, Barack Obama, de aplazar cualquier decisión sobre el tema hasta después de las elecciones de medio término de noviembre.
«Ahora, este nuevo retraso se traducirá en una tragedia humana, debido a que miles y miles de personas van a ser deportadas y separadas de sus familias en los próximos tres meses», dijo el activista Gustavo Torres, citado en el diario The Washington Post.
La postura del presidente Obama de aplazar la acción ejecutiva sobre la reforma migratoria no sorprendió después de lo que los activistas proinmigrantes llaman repetidas promesas incumplidas de la Casa Blanca, señaló el rotativo.
Hace apenas 10 días -recordó el Post- más de 145 manifestantes fueron detenidos mientras participaban en una manifestación pacífica frente la mansión ejecutiva para presionar al mandatario a que actúe en nombre de millones de inmigrantes indocumentados que se enfrentan a una posible deportación.
En junio, y ante el bloqueo de los republicanos en el Congreso, Obama afirmó que al finalizar el verano tomaría medidas ejecutivas para recomponer el sistema migratorio, con lo cual se beneficiarían más de 11 millones de inmigrantes sin papeles que se estima residen en el país.
El grupo Presente señaló en un comunicado que «este retraso es una traición a la comunidhispana y es sin duda uno de los mayores ataques hacia las familias latinas por parte del Partido Demócrata en los últimos tiempos».
Durante una entrevista en el programa Meet The Press de la cadena NBC publicada la víspera, el gobernante justificó su decisión al argumentar que la situación política lo obligó a cambiar de posición en pleno verano, en especial a causa de la llegada de miles de menores a la frontera.
Según Obama, quiere es que cuando implemente la acción ejecutiva estar seguro de que sea sostenible.
Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, afirmó que este retraso en lugar de abandonar la idea por completo, huele a pura política.