Brazzaville, 10 sep (PL) La población de elefantes en África Central mermó 60 por ciento en 10 años por la caza furtiva, denunció hoy el ministro congoleño de Economía Forestal y Desarrollo Sustentable, Henri Djombo.
«El 2013 fue el año de todos los récords relativos aL decomiso a gran escala de marfil y a la caza furtiva de estos mastodontes», dijo Djombo en conferencia de prensa conjunta con el exfutbolista camerunés Patrick Mboma.
Aseguró que se debe reflexionar sobre las estrategias posibles para reducir o resolver el crimen de la fauna silvestre en África Central.
«Cada país debe contribuir a esa lucha para la conservación, pues parece olvidado por algunos Estados, como se puede ver a través de los diferentes presupuestos de naciones», indicó el funcionario congoleño.
Reveló que en términos de impacto sobre la biodiversidad las pérdidas se estiman en alrededor de 400 mil millones dólares.
Estudios recientes aseguran que cazadores furtivos mataron unos 100 mil elefantes en toda África entre 2010 y 2012, un aumento enorme de la mortandad de los mamíferos terrestres más grandes del mundo debido a un incremento de la demanda de marfil.
Tal reclamo en Asia está elevando el precio del producto en el mercado negro y muchos pobres en África están dispuestos «a correr el riesgo penal de matar elefantes. Para mí la causalidad está clara», señaló el autor principal del estudio, George Wittemyer, de la Universidad Estatal de Colorado, Estados Unidos.
«Resulta insostenible la demanda actual de marfil. Esa es nuestra conclusión más general. Hay que reducirla. De lo contrario habrá cada vez menos elefantes», dijo Iain Douglas-Hamilton, fundador de Save the Elephants.
La tasa de muertes de paquidermos no es uniforme en todo el continente. La más alta se registra en África Central, seguida de cerca por Tanzania y Kenya.
Botswana, por el contrario, muestra una población estable o creciente.