Quito, 10 sep (PL) Representantes de Chile y Ecuador recordaron hoy aquí a los cuatro jóvenes de esta nación asesinados en 1973 por la dictadura de Augusto Pinochet, con la premisa mantener viva la memoria para que nunca se repitan esos hechos.
Decenas de personas se reunieron en el parque República de Chile, de esta capital, para rendir tributo a Sócrates Ponce, Freddy Torres, Felipe Campos y José García, quienes fueron asesinados pocos días después del derrocamiento de Salvador Allende el 11 de septiembre a manos de los militares.
El vicecanciller de Ecuador, Leonardo Arízaga, aseveró que el recuerdo de aquellos jóvenes está presente cada día en la lucha para que no se repitan jamás sucesos como los que dieron lugar a sus muertes.
Agregó que fueron cuatro valientes que se radicaron en Chile durante el gobierno de Unidad Popular encabezado por Allende, cuando esa nación vivía un contexto político de cambios y progreso.
Por su parte, el embajador chileno en Ecuador, Gabriel Ascencio, manifestó que su país quiso realizar ese homenaje, sencillo, pero simbólico, a los jóvenes ecuatorianos, lo cual es también un acto de reparación.
Esos muchachos fueron a otro país en busca de nuevos horizontes, pero se encontraron con la muerte, expresó, y manifestó su solidaridad hacia los familiares de las víctimas presentes en la ceremonia.
La ministra ecuatoriana de Justicia, Ledy Zúñiga, transmitió un mensaje del presidente Rafael Correa, quien agradeció el gesto de Chile de rendir honores a los jóvenes.
Los detalles sobre las cuatro muertes están recogidos en el Informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación divulgado en Santiago de Chile en 1991.
Según el portal de noticias Ecuador Inmediato, Ponce, de 30 años, era el representante del Partido Socialista Ecuatoriano en Chile y fue detenido el mismo día del golpe de Estado, tras lo cual su cadáver fue hallado en la vía pública el 13 de septiembre.
Torres, un joven de 19 años sin militancia política conocida, fue ejecutado el día 20 de septiembre de 1973, y su cadáver se encontró en la ribera sur de la desembocadura del río Bío Bío, donde también apareció baleado el cuerpo de Campos, de 23 años y estudiante de kinesiología en la Universidad de Concepción.
La cuarta víctima ecuatoriana de la dictadura, García, fue detenido el 18 de septiembre, y nunca más se supo de su paradero.