Se aportarán elementos técnicos, jurídicos e históricos para organizar un debate nacional destinado a restituir los principios constitucionales en materia de salarios mínimos.
El senador Armando Ríos Piter, afirmó lo anterior al explicar que la discusión, o en su casO aprobación, requiere de un diálogo de las fuerzas políticas y empresariales para alcanzar un acuerdo nacional de recuperación real y proporcionar justicia social ante la pauperización de nuestra población.
La discusión a nivel nacional, indicó Ríos Piter, se inicia en un punto donde se requiere reconocer, que el salario mínimo ha sido víctima de una constante violación respecto al precepto fundamental que garantiza la Constitución.
El deterioro general de los salarios en México, puntualizó, y muy especialmente, el detrimento de los salarios mínimos, es una deformación histórica de nuestra macroeconomía y es, al mismo tiempo, un factor estructural de empobrecimiento y reproductor de la desigualdad en la sociedad mexicana.
No se trata solamente de un hecho instalado en la economía nacional durante los últimos 30 años –tiempo en el que vio descender el 75 % de su poder adquisitivo– sino que además, se trata de un hecho lento, tras la salida de la crisis financiera de 2009.
Detalló que los nuevos empleos que recuperaron a los destruidos, se ubican en escalas salariales cada vez más bajas.
Ejemplificó el senador que en el Distrito Federal, de los nuevos puestos de trabajo generados, 80 mil 558 nuevos, son pagados con el salario mínimo vigente ($67.29).
Esto nos informa, expresó, de que México está enfrentando una nueva oleada de empobrecimiento de su población sin que exista una política a la altura de este grave problema nacional.
Puede decirse continuo, que el mercado laboral formal, al pagar salarios mínimos tan bajos, (menores a la línea de pobreza alimentaria) se ha convertido en un productor sistemático de pobreza y no en el vehículo para salir de ella.
De allí la importancia de que México acuerde y construya instrumentos, medidas y políticas activas para los ingresos, los salarios y muy especialmente, de sus salarios mínimos. Concluyó el legislador guerrerense.