Caracas, 13 sep (PL) La necesidad de fortalecer la integración regional y ofrecer mayor participación en la vida gubernamental a los jóvenes dominaron el escenario político de esta semana en Venezuela, con dos importantes eventos sobre esos temas.
Uno de ellos fue el traspaso de la secretaría general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cargo asumido ahora por el expresidente colombiano Ernesto Samper.
En la ceremonia realizada en Caracas, el diplomático destacó su intención de orientar el trabajo de ese organismo regional hacia las agendas social, política y económica.
El nuevo ejecutivo de la Unasur también se refirió a la forma en que se aplicarán acciones y objetivos para mantener a Suramérica como zona de paz en el mundo y elevar el protagonismo político del bloque. Samper consideró indispensable crear un buen sistema financiero, en el cual puedan participar las entidades que de una forma u otra atienden las exigencias de proyectos de infraestructura.
Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, resaltó el apoyo recibido desde esa entidad durante las acciones violentas promovidas por grupos extremistas de la derecha con el fin de desestabilizar al Gobierno.
Unido a ello, los avances del bloque permitieron consolidar la convivencia en la diversidad de modelos y de coexistencia pacífica, hecho considerado por el mandatario como uno de los grandes logros de la Unasur.
Maduro propuso a los países miembros crear un fondo de reservas que respalde los ritmos de crecimiento y diversificación de las economías del área. Además, destacó el trabajo del secretario saliente, Alí Rodríguez.
Conformado por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y Venezuela; la Unasur surgió en el 2008 para fomentar la integración en temas de energía, educación, salud, ambiente e infraestructuras.
Con unos 400 millones de habitantes, acoge al 68 por ciento de la población total de América Latina, además de un importante potencial energético gracias a las reservas de petróleo y gas de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil.
Otro de los sucesos de relevancia política esta semana aquí fue el II Congreso de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (Jpsuv), del 10 al 12, dirigido a trazar las líneas futuras de esa organización y analizar su labor en seis años de vida política.
El presidente venezolano elogió la responsabilidad asumida por las nuevas generaciones durante los últimos tiempos y su presencia en la mayoría de las instancias del Gobierno.
De hecho, sugirió ante la magna cita que sean jóvenes el 50 por ciento de los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional, y ratificó su política de nombrar al menos un viceministro de corta edad en cada cartera del gabinete.
Maduro pidió también ayuda a ese sector en la ofensiva económica y otras acciones impulsadas por el ejecutivo contra la corrupción, el burocratismo y por la erradicación de la pobreza extrema.
Otra de las metas en el horizonte de la organización es conservar vivo el legado político y la obra del fallecido presidente, Hugo Chávez, y mantener el vínculo de las nuevas generaciones a las políticas de Estado, según trascendió en el Congreso.
Con más de dos millones de integrantes, la Jpsuv constituye el ámbito de actuación inicial dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela y sus miembros deben tener de 15 a 30 años.