La Habana, 18 sep (PL) El legendario percusionistas cubano José Luis «Changuito» Quintana, co-creador del songo, reivindicó hoy el papel central del timbalero en los ritmos bailables de este país.
«La paila garantiza la sonoridad central y a veces los jóvenes lo olvidan, hay que cuidar esas tradiciones», dijo el músico durante un homenaje que le hicieron escritores y artistas cubanos.
Fundador de la orquesta Los Van Van, Changuito ha colaborado con estrellas internacionales como el baterista inglés Billy Cobham y la jazzista brasileña Flora Purim, amén de ejercer la docencia.
Quintana ha enseñado en universidades de Estados Unidos y luego de seis décadas de vida artística quisiera compartir su saber con las nuevas generaciones de músicos cubanos, cuyo talento reconoce.
Conocido como «el Misterioso» por una popular canción de los Van Van, Changuito aseguró a Prensa Latina que el único secreto es tener alma y corazón para coger la clave, y nunca dejar de estudiar.
«Hay que conocer profundamente el instrumento, y estudiar tanto la academia como la calle», aseguró el virtuoso, capaz de fusionar la batería y la paila con el tambor batá de la liturgia afrocubana.
Entre sus alumnos más prestigiosos sobresalen Giovanni Hidalgo, Karl Perazzo, Karlos Marrufo y otros que lo tienen como un modelo, aunque a él le cuesta decidirse por un ídolo.
«Sería una larga lista, pues Cuba aún es la Meca de la percusión. Somos tierra de grandes percusionistas, Chano Pozo el primero de ellos. Después Tata Güines, Guillermo Barreto, Pello el Afrokán, Roberto Concepción, Domingo Arau y otros», afirmó.
Afirma que le gustaría ser recordado como un hombre sencillo, que siempre puso a su pueblo por encima de todo y enfatizó: «Changuito no está apagado, está encendido y listo siempre para sonar su paila por Cuba».
Changuito, una leyenda de la percusión cubana reivindica al timbal
