Maputo, 25 sep (PL) Cazadores furtivos mataron a 22 elefantes en Mozambique en las dos primeras semanas de septiembre en curso, denunciaron organizaciones ambientalistas citadas hoy por medios radiales.
Según las fuentes, la guadaña de la muerte que persigue de forma desenfrenada a los paquidermos por el marfil se torna casi una industria.
Carlos Pareira asesor de la Sociedad Mundial para Conservación de la Naturaleza reveló que «en las dos primeras semanas de septiembre registramos a 22 elefantes asesinados».
Mozambique se encuentra bajo la presión de grupos de conservación internacionales para frenar la caza furtiva, la cual hasta hace poco no era considerada un delito.
A menudo los detenidos recibían solo una multa por posesión ilegal de armas y quedaban frustrados los esfuerzos de conservación.
Una nueva ley, aprobada en junio pasado, endurece las penas para los cazadores e incluye fuertes multas y penas de cárcel de hasta 12 años por matar especies protegidas. Pero tal disposición solo entrará en vigor a fines de este año.
Los tramperos furtivos utilizan armas automáticas y rifles de caza de alto calibre, pero en el monte también colocan engaños que hieren a estos mastodontes que luego sufren una muerte agonizante por la gangrena.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), al menos 500 elefantes murieron en Mozambique durante los pasados tres años, la mayoría de ellos abatidos por cazadores furtivos.
Anabela Rodríguez, directora del WWF en Mozambique, indica que «las pérdidas podrían ser devastadoras para la población».
Para Colman O’Criodain, experto de la organización, este país «se ha convertido en una de las plazas principales de la masacre de elefantes y el tráfico de marfil en el continente».