Asunción, 25 sep (PL) La huelga de los docentes paraguayos que se iniciará el próximo martes tiene hasta hoy el respaldo del 90 por ciento del sector, afirmó Silvio Piris, presidente de la Federación de Educadores de Paraguay (FEP).
En declaraciones a Prensa Latina, al finalizar una asamblea general que ratificó la paralización durante los días 30 de septiembre y 1 de octubre, Piris destacó que las amenazas de descuentos salariales hechas por el Gobierno no amilanan a los maestros ni los hacen retroceder en su protesta.
Los docentes quieren el incremento de la partida destinada a la Educación en el presupuesto del 2015 que apenas es del tres por ciento del Producto Interno Bruto, muy por debajo del siete por ciento fijado como mínimo por la Unesco.
Igualmente, piden un aumento salarial del 10 por ciento, así como la universalización de la merienda y el almuerzo escolar y la entrega de libros y otros materiales escolares a los alumnos en toda la nación.
La huelga contará, además de la FEP, con el respaldo de la Unión Nacional de Educadores, la Organización de Trabajadores de la Educación y la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios, así como del Sindicato de Directores de los centros de estudio.
Piris informó que el 30 de septiembre se realizarán una marcha nacional y una concentración en Asunción de educadores de todo el país, los cuales llevaran sus demandas ante los ministerios de Hacienda y Educación.
Los docentes pretenden realizar tres concentraciones en días diferentes frente al Congreso mientras el presupuesto 2015 se analice ante la Comisión Bicameral, la Cámara de Diputados y el Senado de la República, respectivamente.
Hasta ahora solo hemos logrado un compromiso de palabra por parte del ministerio de pedir al resto del gobierno la devolución a nuestro presupuesto para 2015 de 50 millones de dólares recortados a última hora por el ministrio de Hacienda, pero con nuestra resistencia conseguiremos el resto, agregó.
El dirigente sindical recalcó como lo más censurable de todo el proceso de negociaciones con el Ejecutivo su desinterés por una verdadera reforma de la educación que permita conseguir que sea totalmente gratuita y de calidad como exige cualquier plan de desarrollo serio para el país.