Naciones Unidas, 30 sep (PL) El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) manifestó hoy preocupación por la suerte de cuatro mil niños africanos huérfanos como resultado de la epidemia de ébola. Según un pronunciamiento de la agencia, esos menores han perdido a uno o a ambos padres por el brote viral responsable de más de tres mil muertes y el doble de casos en África occidental, sobre todo en Guinea, Liberia y Sierra Leona.
La mayoría de los huérfanos son rechazados por sus familiares y sus comunidades, por miedo a quedar contagiados de la enfermedad, lamentó.
De acuerdo con el director regional de Unicef para África Central y Occidental, Manuel Fontaine, están en curso gestiones dirigidas a garantizar asistencia física y emocional a los niños afectados.
Estimados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reflejan que un 15 por ciento de los decesos a causa del virus corresponden a menores de 16 años.
La epidemia de ébola y su impacto social y económico han tenido gran repercusión en el debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, en el cual decenas de jefes de Estado o de Gobierno han llamado a la unidad global para frenar el brote en Guinea, Liberia y Sierra Leona, y evitar su propagación.
Entre las últimas intervenciones sobre el tema estuvieron las de Angola, Botswana, Myanmar y Seychelles, cuyos gobiernos pidieron un compromiso mundial para combatirla.
El vicepresidente angoleño, Manuel Vicente, calificó de grave la situación, mientras el canciller de Myanmar, Wunna Maung Lwin, advirtió que no puede considerarse un problema de un lugar específico, «nos atañe a todos, debemos unirnos y neutralizarlo».
Por su parte, Liberia y Sierra Leona solicitaron la víspera en el debate general una respuesta más rápida a la crisis de salud que sufren junto a Guinea.
Los cancilleres sierraleonés y liberiano Samura Kamara y Augustine Kpehe Ngafuan, respectivamente, destacaron los pasos dados por la ONU y varios estados para frenar el brote viral, aunque advirtieron lo mucho que resta por hacer.
Ambos oradores lamentaron las cancelaciones de vuelos y viajes hacia las naciones azotadas por la epidemia, e instaron a la Asamblea General a pronunciarse contra cualquier intento de aislamiento.
Además, expusieron en la plenaria de los 193 miembros de Naciones Unidas el negativo impacto económico del ébola, a partir de la suspensión de proyectos de desarrollo y afectaciones en la agricultura, el turismo, la construcción, la minería, el comercio y el transporte público, entre otros sectores.