Con la designación de los magistrados de los tribunales electorales locales de 17 estados y su toma de protesta en la sesión de mañana lunes, el Senado de la República sigue cumpliendo con la parte que le corresponde en torno a las normas que nos regirán en las próximas elecciones de 2015, afirmó el senador Emilio Gamboa Patrón.
Los senadores del PRI confiamos que con la misma madurez y profesionalismo con la que construimos las reglas electorales, sabremos respetarlas, porque la confianza en los comicios es algo a lo que todos los mexicanos debemos contribuir.
De tal manera que las elecciones del 2015 cuentan ya con reglas claras e instituciones renovadas, que permitirán garantizar los derechos político-electorales de los mexicanos, ya que las nuevas leyes generales, el INE, los Organismos Públicos Locales Electorales y las autoridades jurisdiccionales serán garantes de la certeza.
Así, en la Cámara alta los grupos parlamentarios, como lo hemos hecho durante esta Legislatura, acordamos la conveniencia de fortalecer las reglas de la competencia política y renovación de nuestras instituciones electorales, mismas que estarán a prueba a partir de este martes 7 de octubre, cuando inicia el proceso electoral 2015.
Los nuevos magistrados tendrán la responsabilidad de resolver los medios de impugnación interpuestos por los actores inconformes a nivel local, actuando con autonomía plena e imparcialidad total.
Recordó que en el caso de los magistrados de los tribunales electorales locales, la Junta de Coordinación Política integró una lista de 438 candidatos, los cuales fueron evaluados por la Comisión de Justicia, considerando méritos académicos, experiencia profesional electoral y autonomía del aspirante, así los magistrados electorales responderán solamente a la ley y al interés de los mexicanos, enfatizó Gamboa Patrón.
Los priistas en el Senado, al igual que nuestros compañeros de todos los grupos parlamentarios, estamos convencidos de la necesidad de seguir avanzando en el fortalecimiento de nuestra democracia, sabedores de que cada vez es más estrecho el vínculo entre legitimidad y gobernabilidad.