La invasión de EE.UU a Iraq contribuyó a crear el Estado Islámico

Washington, 6 oct (PL) La invasión estadounidense a Iraq en 2003 contribuyó a crear al grupo radical Estado Islámico (EI), que hoy constituye una amenaza, afirmó Jeremy Scahill, autor del libro Dirty Wars: The World is a Battlefield.
Scahill advirtió que Estados Unidos, a través de sus políticas, dio vida a la propia amenaza contra la que que afirma luchar ahora.
En la continuación de esta política – dijo durante una entrevista con el servicio alternativo de noticias Democracy Now-, lo que el presidente Barack Obama está haciendo «es abrazar las mismas mentiras» que en su momento expresó George W. Bush para dar paso a la guerra en esa nación árabe.
Según Scahill, el EI está tratando de establecer el califato, «están decapitando gente y pretenden imponer una interpretación muy estricta de la sharia».
Pero el hecho es que no había presencia de Al-Qaeda en Iraq antes que Bush tomara la decisión de invadir a ese país.
El periodista de investigación se refirió además a los ataques con aviones no tripulados del Pentágono a las supuestas posiciones de esos extremistas en Iraq y ahora en Siria, con lo que al final «van a tener aún menos respeto por las vidas de civiles».
Jeremy Scahill es también autor del bestseller Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army, sobre el auge de la empresa militar privada.
El vicepresidente Joseph Biden advirtió que Estados Unidos tendrá «una lucha tremendamente larga» para detener a los combatientes del EI, algo similar dijo el exsecretario de Defensa Leon Panetta, quien vaticinó que esta guerra durará 30 años por la estrategia de Obama.
Desde el 23 de septiembre la aviación estadounidense ha realizado decenas de golpes contra objetivos de los fundamentalistas en Siria, con el apoyo de Arabia Saudita, Jordania, Bahrein, Catar, los Emiratos Árabes Unidos y otros aliados.
De forma paralela, el Pentágono ha ejecutado desde el pasado 8 de agosto más de 250 bombardeos en su intento por eliminar los bastiones del EI en Iraq, aunque de poco han servido esas embestidas para destruir la capacidad militar de los fundamentalistas, que ocupan unos 50 mil kilómetros de suelo en ambas naciones.
Tras el inicio de esos ataques aéreos, las autoridades de Damasco han insistido en la necesidad de cooperar con el Ejército de Siria para derrotar al EI, aunque la Casa Blanca y sus socios políticos han hecho caso omiso a tales llamados.

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