«Pero más que contra los hijos, como contra los niños, contra los seres humanos pequeñitos que son, es una diatriba contra el lugar que actualmente ocupan los hijos en el espacio de la familia y en la sociedad, explicó la autora sobre su libro”.
Yo creo que yo tengo una combinatoria entre la pasión de la literatura, y también una formación que viene de la sociología, de las ciencias sociales y también del periodismo, que fue también mi primera encarnación laboral, comentó la escritora Lina Meruane.
Lo mismo lanza un ensayo en tono de discusión filosófica Contra los hijos, que una novela tremendamente inquietante contra el terrorismo médico, como Sangre en el ojo, la chilena Lina Meruane es una escritora que deja a sus lectores con muchas preguntas, y una sensación de querer saber más acerca de quién escribe con semejante lucidez.
Contra los hijos es el más reciente título de la escritora, editado bajo el sello independiente Tumbona y en él habla sobre la supuesta liberación femenia, es decir a medida que las mujeres se han liberado de la subyugación doméstica, se produjo un decisivo cambio cultural que llevó a los hombres a participar activamente de las tareas familiares.
Sin embargo el Estado neoliberal terminó por desligarse de sus responsabilidades cargándoselas a la familia. Los hijos en su rol, no los niños en general, se han transformado en el instrumento de control social de los adultos, declaró hace poco al diario La Nación.
Entonces se trata de preguntarse ¿Contra los hijos? O ¿contra los padres? Bueno, no tengo una posición exactamente tan contra los hijos. También este título es un título muy provocador; es parte de una serie de títulos que son todos Contra algo porque la colección se llama Versus.
“Pero más que contra los hijos, como contra los niños, contra los seres humanos pequeñitos que son, es una diatriba contra el lugar que actualmente ocupan los hijos en el espacio de la familia y en la sociedad, explicó la autora sobre su libro”.
Lina asegura que también se debe pensar que la gente está inmersa en cierta ideología, y “la ideología del hijo como el dueño de la casa y el protagonista de la familia, es algo que se nos ha ido imponiendo tan lentamente que no lo vemos”.
Sangre en el ojo es una historia en donde el presente convive con el pasado y da como resultado un futuro incierto. Trata la historia de la extraña relación amorosa que surge en una situación límite (como lo es una emergencia médica) y se pregunta si existe la incondicionalidad de eso que llamamos amor.
Hay algo de autobiografía y hay mucho de ficción, pero también yo pienso esta novela no como una novela autobiográfica sino como una novela de terror médico, en la que todas las claves del pensamiento médico, de la elaboración o la reflexión sobre el cuerpo, están puestas en escena, finalizó.