Sarajevo, 8 oct (PL) Las autoridades bosnias preparan hoy condiciones para celebrar elecciones generales el próximo domingo, en medio de una difícil situación socio-económica en esta república exyugoslava.
Unos 3,2 millones de empadronados están llamados a elegir a los integrantes de una presidencia tripartita, de las Asamblea Central, del gobierno federal y a los diputados de parlamentos locales de los 10 cantones del ente croata-musulmán.
Tras el fin de la guerra interétnica (1992-1995), con saldo de más de 100 mil muertos, se firmaron los Acuerdos de Daytron que establecieron una presidencia rotativa de las tres comunidades: croata, serbia y musulmana.
Por los bosnios musulmanes aparece como favorito a miembro de la presidencia colegiada el arquitecto Bakir Izetbegovic, de 58 años e hijo del fallecido Ali Izetbegovic, quien fundó en 1990 el Partido Acción Democrática y trabajó en la Presidencia hasta 2000.
Izetbegovic hijo tiene como principal rival para integrar la presidencia rotativa por otros cuatro años a Bakir Hadziomerovic, destaca la televisión capitalina.
De su lado, el serbio Milorad Dodik, máximo dirigente de la Unión de los Socialdemócratas Independientes, que fundó en 1996, tendrá como contrincante a Ognjen Tadic, del Partido Democrático Serbio y en torno al cual se aglutinó toda la oposición de esa comunidad.
Dodik también aspira a dirigir por tercera ocasión al ejecutivo de la República Serbia de Bosnia, uno de los entes territoriales en los cuales fue dividida Bosnia-Herzegovina, además del croata-musulmán.
Para el dirigente serbio, la actual estructura del estado balcánico, impuesta por potencias occidentales tras la guerra, es insostenible por lo que, afirma, debe crearse una confederación.
El croata Dragan Covic aparece como favorito indiscutible de esa comunidad, aunque en 2005 fue expulsado de la presidencia colegiada por abuso de poder, soborno y ayuda a la evasión de impuestos.
La mayoría de los candidatos explotó el discurso nacionalista de una de las comunidades contra las otras dos en la campaña electoral, para dejar a un lado problemas como el desempleo (40 por ciento), el estancamiento económico o la corrupción, comenta la prensa local.
Tales problemas, agudizados luego por pérdidas cercanas a dos mil millones de euros, a causa de inundaciones en mayo pasado, provocaron protestas en febrero último, con origen en la ciudad de Tuzla, contra la precariedad social y la corrupción del Gobierno.
En esas manifestaciones no hubo ninguna alusión a diferencias étnicas entre los manifestantes que demandaron salarios decorosos, la reducción del paro y el fin de ineficientes privatizaciones.
Bosnios preparan condiciones para elecciones generales
