Vila explicó que los catalanes se encuentran pendientes por la autorización por el derecho de los ciudadanos a opinar, y en España en estos momentos todavía no está asegurado, no está garantizado
Doctor en Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Diputado catalán Santi Vila i Vicente, invitado por el CIESAS, explicó que en Cataluña hay una concurrencia de crisis que va más allá de la económica, por lo que el que se esté discutiendo nuevamente la posibilidad de la independencia de la región es pertinente:
“En estos momentos hay un sentimiento muy mayoritario en Cataluña; más de 2 millones de personas se movilizaron este pasado mes de septiembre para reivindicar su derecho a opinar sobre su futuro”.
El 11 de septiembre de 1714, durante la guerra de Sucesión española, la ciudad de Barcelona cayó ante las tropas del rey Felipe V. A partir de entonces, los poderes se centralizaron en Madrid, que era la capital del nuevo reino. Los catalanes han resistido durante siglos, preservando su identidad lingüística y cultural, y hoy podrían tener la oportunidad de votar si quieren o no seguir bajo el dominio del gobierno español.
En ese sentido está convocada una consulta el próximo 9 de noviembre para que el conjunto de la sociedad de Cataluña pueda opinar sobre si prefiere estar vinculado al conjunto del estado español o si prefiere abrir un proceso ordenado, tranquilo, ajustado a derecho de independencia, agregó Vila i Vicente.
Vila explicó que los catalanes se encuentran pendientes por la autorización por el derecho de los ciudadanos a opinar, y en España en estos momentos todavía no está asegurado, no está garantizado:
Confío que al final los gobiernos de España o el Tribunal Constitucional, que está analizando la cuestión permita que los ciudadanos puedan simplemente manifestar su opinión en una consulta que tiene un carácter claramente no vinculante pero que servirá al gobierno para formarse opinión.
Durante la dictadura de Franco se prohibió en toda España el uso de la lengua catalana. Aunque la transición democrática se volvió a permitir, el gobierno español encabezado por Mariano Rajoy acaba de aprobar una ley que, según la Asamblea Nacional Catalana, tiene la clara intención de marginar el uso de su lengua.