Evo Morales asegura que Bolivia vive una genuina democracia

La Paz, 13 oct (PL) El presidente boliviano, Evo Morales, aseguró hoy que en el país se vive una democracia genuina y consideró que los calificativos de autoritario vienen de sus enemigos, entre ellos de algunos jerarcas de la Iglesia Católica.
«¿Qué culpa tiene Evo de contar con el apoyo mayoritario del pueblo?», se preguntó el mandatario en conferencia de prensa desde el Palacio Quemado, al tiempo que indagó si «ese debate constante con el pueblo es autoritarismo».
Morales recordó que antes los gobiernos ganaban las elecciones con el 20 o 30 por ciento, y, como no podían gobernar, hacían las llamadas megacoalisiones. Cuatro o cinco partidos se juntaban para tener dos tercios en el congreso. No les alcanzaban los ministerios y creaban los ministerios sin cartera para repartirse.
«Ahora esta democracia es genuina (…) Eso de Evo autoritario, Evo dictador, viene de la oposición, de los medios de comunicación, de algunos administrados por algunos jerarcas de la Iglesia Católica, que son los principales enemigos de Evo Morales», recalcó.
«Solo atacan a Evo algunos de esos padres de la Iglesia. Es una parte de la Iglesia. Y hay que recordar cómo llegaron acá para someternos. Me quejaré al Papa», comentó.
El mandatario, que ganó ayer las elecciones generales con el 61 por ciento de los votos, según conteos extraoficiales, recordó que de los 33 países en los cuales votaron los bolivianos en el exterior, solo perdió en uno, cuyo nombre no reveló.
«Solo hemos perdido en un país. En argentina ganamos por goleada. Estoy muy contento con los resultados, sobre todo en Argentina. Con los argentinos somos aliados, como trabajadores, obreros. Y tenemos enormes coincidencias ideológicas con el kichnerismo», insistió.
El primer presidente indígena de Bolivia destacó la importancia del pueblo en el triunfo electoral y se vanaglorió de que «ahora casi toda Bolivia este vestida de azul, excepto Beni. Y en Beni hemos subido. En 2005 alcanzamos en Beni con el 16 por ciento. Luego, en 2009, con el 23 por ciento y ahora estamos en 43 por ciento».
Durante la conferencia de prensa, Morales recordó momentos de su vida, entre ellos su etapa de dirigente cocalero en El Chapare y su lucha por la soberanía boliviana.
«Allá estaba la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos) y la base militar de Estados Unidos. Y a mí me enseñaron durante el servicio militar que en Bolivia no podía haber ningún extranjero armado ni uniformado. Y en Chimoré había una base militar de Estados Unidos».
Asimismo, recordó las marchas, no solo en defensa de la coca o de los derechos humanos, sino por la soberanía y la dignidad de Bolivia, al tiempo que agradeció, desde entonces, el respaldo del pueblo boliviano, sobre todo del paceño.
«El pueblo es mi familia. La patria es nuestra alma y Bolivia es nuestra vida», comentó el jefe de Estado, quien admitió que extrañará las funciones que realiza como presidente el día que no esté en el Palacio Quemado, y recalcó que es el mandatario que más recorre y conoce Bolivia y los bolivianos, además de sus dificultades.
Morales adelantó un debate con los medianos y grandes productores agropecuarios para planificar una inversión conjunta, porque el país no puede ser consumista, al tiempo que criticó los programas de gobierno de los candidatos opositores.
«El programa de gobierno de la oposición era que Evo no tenga dos tercios. Que hagan una propuesta mejor, mejor que la que tenemos y para hacerlo tienen que debatir con el pueblo y no tienen capacidad para debatir con los movimientos sociales. Algunos solo pensaban en el Evo. ¿Y su programa? Tanto miedo al Evo…»
Recordó que persiste el interés en las materias primas bolivianas por parte de algunas empresas y de algunos Estados, pero para comprar las materias primas, aunque aclaró que ahora muchos quieren ser socios, sobre todo en lo referente al litio, un mineral del cual el país tiene las reservas más grandes del mundo.
Por último, enumeró las tres cosas que no le pueden faltar al pueblo: «No puede faltar dinero para inversiones, tampoco los alimentos, ni energía y agua», y esbozó las tareas de su gobierno para garantizarlas.

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