Obispos coinciden en aceptar unión homosexual pero no su matrimonio

Roma, 13 oct (PL) Los participantes en la III Asamblea General del Sínodo de Obispos, en el Vaticano, coincidieron hoy en aceptar la unión de las parejas del mismo sexo, siempre y cuando no esté equiparada al matrimonio.
En un documento emitido por la Santa Sede se precisó que los homosexuales tenían dones y atributos, y se planteó la posibilidad de reconocer los aspectos positivos de estas relaciones, apuntó Radio Vaticano.
De acuerdo con el citado medio, en el informe se insta a la Iglesia a desafiarse a sí misma y encontrar un espacio fraternal para quienes conviven con personas de su mismo sexo, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio.
Según el texto, los mil 200 millones de miembros de la Iglesia deberían ver el desarrollo de su posición sobre los homosexuales como un importante desafío educativo para la institución global.
Otro de los temas de importancia en los debates para esta jornada será la redacción y aprobación de un informe final, en el que aunarán posiciones sobre el permiso de un segundo matrimonio para los divorciados católicos.
Una de las dos líneas de pensamiento que prevalecen en ese sentido es la de los partidarios de la doctrina y la prohibición de segundas nupcias, pues se considera pecado, al cometer adulterio.
La otra vertiente es la de quienes instan a ver el problema desde la clave de la misericordia y a diferenciar entre cada una de las situaciones específicas.
El relator general del Sínodo, el cardenal húngaro Peter Erd, presentó ante la asamblea de obispos el Relatio post disceptationem, un resumen de las intervenciones en el que prevalece con fuerza la tendencia hacia la fidelidad a la doctrina católica.
Sin embargo, se planteó, además, que los participantes advierten la urgencia de tomar opciones pastorales valientes sobre situaciones familiares difíciles, como es el caso de los divorciados.
Los padres sinodales destacaron la necesidad de hacerse cargo, de manera leal y constructiva, de las consecuencias de la separación o del divorcio en los hijos, con el objetivo de ayudarles a superar el trauma de la división familiar y crecer de un modo más sereno.
En relación con otorgar o negar la comunión a quienes se vuelven a casar, se pidió un discernimiento atento y un acompañamiento lleno de respeto, al evitar cualquier lenguaje o actitud que les haga sentir discriminados.
A pesar de ello, el documento dejó clara la división interna sobre la posibilidad de acceder a los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía.
Otra de las consideraciones planteadas fue la de tener en cuenta también los valores positivos de las parejas unidas por lo civil o en convivencia.
Las nueve páginas del Relatio post disceptationem servirán de base para los trabajos de los llamados círculos menores, grupos divididos por idiomas y formados con la intención de preparar el documento final para entregar al Papa a finales de semana.
El encuentro concluirá el próximo domingo con la beatificación del papa Pablo VI, autor de la encíclica sobre la defensa de la vida y la familia, conocida como Humanae Vitae.
Un próximo Sínodo fue convocado del 4 al 25 de octubre de 2015, como conclusión definitiva para el actual.

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