Moscú, 15 oct (PL) El director del Fondo de Investigaciones Futuras (FPI, en ruso), Andrei Grigóriev, pronosticó hoy una reconversión de la industria militar rusa hacia la alta tecnología después de 2020 debido a recortes del presupuesto en esta esfera.
Indicó el experto que la financiación del sector castrense llegará en 2020 al pico de la curva y después comenzará a disminuir, lo cual obligará a liberar muchas unidades productivas.
Grigóriev alertó sobre la necesidad de evaluar desde ahora en qué se ocuparán esas capacidades, y sugirió que se deben desarrollar producciones basadas en alta tecnología.
Evocó la reconversión realizada en las décadas de 1980 y 1990, cuando la industria castrense rusa empezó a producir palas y cacerolas y advirtió que no se puede repetir aquel error.
Informó el líder del sector innovador que el FPI, fundado por iniciativa del viceprimer ministro a cargo del sector estratégico de la industria Dmitri Rogozin, ya empezó a elborar proyectos para la próxima reconversión de las empresas militares.
Explicó Grigóriev que se trata de planes relacionados con la extracción de minerales bajo el agua y el hielo del Ártico mediante la aplicación la robótica y la digitalización, asunto que debaten con otras instituciones.
Añaden las fuentes que entre las funciones asignadas al FPI está la de alertar a los dirigentes de la Federación de Rusia acerca de los proyectos capaces de asegurar la superioridad para el país en este tipo de tecnología aplicada a la defensa.
Igualmente, agregaron, otra tarea del Fondo es valorar la probabilidad de atraso tecnológico y de dependencia de Moscú desde este punto de vista respecto a otras potencias.
El ministro de Finanzas de Rusia, Antón Siluánov, confirmó recientemente que su cartera y el Ministerio de Defensa examinan un programa estatal de armamentos más realista ante la imposibilidad de planificar uno como el actual.
Industria militar rusa enfila hacia alta tecnología
