La Habana (PL) Cuba busca alcanzar en cada zafra mayores cantidades de azúcar y derivados, a fin de contribuir a elevar sus ingresos en divisas, uno de los objetivos de los lineamientos económicos y sociales del país para este sector.
En ese propósito desempeña un papel clave el Instituto Nacional de Investigaciones de la Caña de Azúcar (INICA), fundado hace medio siglo por el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, y cuya misión es aportar variedades de ese cultivo con alto potencial productivo y resistentes a plagas y enfermedades.
Su director general, Sergio Guillén Sosa, afirmó a Prensa Latina que ese centro debe convertirse en una verdadera empresa de la ciencia y el soporte del desarrollo de nuevas especies y de la producción de semillas en el Grupo Azucarero Azcuba, al cual pertenece.
La institución, situada en esta capital, cuenta con una red de estaciones territoriales de investigación (Etica) y provinciales (Epica), dislocadas en el occidente, centro y oriente del país, así como una de cuarentena en la isla de la juventud.
Actualmente, precisa el directivo, ejecuta 24 proyectos científicos, relacionados con dos áreas fundamentales: mejoras fitosanitarias, que incluyen la sanidad vegetal de todas las variedades, y el manejo agronómico, el cual atiende los proyectos de gran alcance o duración. Estos últimos abarcan, desde los estudios de fertilidad de los suelos y su descompactación, hasta las recomendaciones de fertilizantes, riego y drenaje y otros servicios a la base productiva.
Guillen enfatiza en que esas investigaciones están enfocadas a la solución de los problemas de la producción de caña con nuevas variedades y semillas de alta calidad.
También están orientadas a evitar la entrada de plagas y enfermedades, y los que tienen que ver con el desarrollo de la mecanización de las labores y la lucha biológica contra el bórer (principal barrenador de la caña).
Para ilustrar sobre la importancia de las variedades en la producción azucarera, Guillén Sosa destaca que éstas pueden llegar a incrementar en un 50 por ciento el contenido de sacarosa en la planta.
Este es un aspecto primordial, subraya, pues como dijera el sabio cubano Álvaro Reynoso, el azúcar se produce en el campo, y el central solo extraer la sacarosa que la caña contiene.
ALGUNOS AVANCES
En los últimos seis años los rendimientos agrícolas en la rama han experimentado un crecimiento paulatino, desde 25 toneladas por hectárea (t/ha) como promedio en el país, hasta 43 en la actualidad.
Esperamos con las inversiones que se están llevando a cabo en la introducción de sistema de riego, de máquinas para la preparación de suelos y el buldoceo, entre otras, llegar a 52 t/ha, un buen rendimiento para las condiciones del clima cubano, asevera el especialista.
EL INICA Y LA ZAFRA
Este centro tiene un papel importante en la consecución de las zafras, con el aporte de variedades de madurez temprana, es decir aquellas aptas para procesar en la etapa inicial de la molienda por su contenido en azúcar para esa época y teniendo en cuenta que la realización de esa tarea económica debe abarcar de 130 hasta 150 días o más.
De cara a la campaña 2014/15- que comenzará en la segunda quincena de noviembre- lo primero es lograr la calidad de la materia prima, subraya Guillén Sosa.
En ello es fundamental la labor de la institución, que tiene un proyecto de estudio dedicado a ese importante aspecto, el cual incluye variedades con esas características y la aplicación de una clara estrategia de corte.
Esta comprende las especies que se utilizarán, las condiciones en que deben molerse, el uso de maduradores en el momento adecuado para aumentar el rendimiento en azúcar, entre los principales elementos.
El centro también pone a disposición de los productores los paquetes tecnológicos necesarios para todas las actividades agrícolas: atención a los retoños y cañas nuevas, el empleo de la maquinaria en la preparación y alistamiento del terreno, la siembra y la agrotecnia al cultivo.
Trabajamos con una veintena de variedades comerciales, las mejores por su potencial productivo, de más de un centenar que el Inica ha desarrollado, al contar con un germoplasma de tres mil 420 individuos, uno de los cuatro mayores en el mundo, asegura Guillén Sosa.
UN SEMENTAL LLAMADO SEMILLA
El Inica dirige además la producción de semillas, para lo cual cuenta con un sistema que permite su desarrollo desde la simiente original, hasta la básica, registrada y certificada.
Su propósito es lograr que toda la semilla de caña esté categorizada, o sea, que haya transitado por esos eslabones.
La calidad de las simientes es primordial en la producción cañera, asevera Guillén Sosa, quien antes de ser designado director del Inica, fue jefe nacional de la producción de caña en Azcuba.
Al abundar sobre las vías para coadyuvar a la mayor calidad de las semillas, señala que estas reciben tratamiento en pequeñas plantas eléctricas que mantiene la temperatura entre 50 y 52 grados y posibilita eliminar cualquier tipo de patógenos.
Comenta que una inversión que se lleva a cabo para la recuperación de la biofábrica de la provincia de Villa Clara, la cual debe incrementar notablemente la producción de vitroplantas, sin duda será un respaldo primordial a la obtención de semillas y variedades de alta calidad, sanas y de alto potencial productivo.
LA NECESARIO DIVERSIFICACION
Uno de los proyectos está dedicado al desarrollo de variedades según los propósitos de la diversificación de la agroindustria, informa el director general del Inica.
Argumenta que la institución tiene una participación muy importante en el programa de 19 bioeléctricas que se instalarán en el país, ya que ha desarrollado variedades energéticas, cuyo contenido en fibra (bagazo) es muy superior a las restantes, y muy adecuado para esas instalaciones que generan electricidad.
Tenemos el conocimiento y la capacidad para producir todos los tipos de variedades que se necesite Azcuba en sus programas de diversificación, incluido lo relacionado con la alimentación animal. De hecho la institución también aporta variedades de caña forrajeras, para uso del ganado vacuno y porcino.
En ocasión de sus 50 años de su existencia, el Inica realizará en noviembre una jornada científica en las estaciones de Matanzas y Villa Clara, ocasión en que debatirán temas clave de la investigación y la producción y rendirán homenaje a sus fundadores.
Además, no menos de un centenar de sus especialistas han prestado asesoría técnica en México, Brasil, Ecuador, Panamá, Venezuela, Bolivia, República Dominicana, Belice, Nigeria, Etiopía y otras naciones.
Cuba: En busca de más azúcar
![](https://lagazzettadf.com/wp-content/uploads/2013/10/caña-de-azucar-1024x768.jpg?x26755)