(ng) Gerardo Mejía Ramírez, secretario de Acción Electoral del Comité Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se defendió tras las acusaciones de desvio de recursos del programa Unidos Para Progresar, en las que supuestamente participó entre 2008 y 2010 junto con otras cuatro personas, entre ellas ex funcionarios marinistas como Valentín Meneses Rojas, Gerardo Pérez Salazar y Víctor Sánchez Ruiz.
El priista aseguró que es una farsa la supuesta investigación que realiza la Contraloría estatal, ya que hace cuatro años era regidor del Ayuntamiento de Puebla- en el trienio de Blanca Alcalá-, y no funcionario estatal para que pudiera ser investigado por la dependencia referida.
Dijo que si las acusaciones fueran reales las tendría que presentar la Auditoria Superior del Estado, lo cual también es imposible debido a que una vez que una cuenta pública es aprobada, no hay motivo para fincar responsabilidades por desvio de recursos.
Mejía Ramírez, enfatizó que es extraño que a cuatro años de que terminó la administración del ex gobernador Mario Marín, el gobierno estatal inicie una investigación de desvio de recursos de programas sociales, en donde no está involucrado nadie que haya trabajado en la Secretaria de Desarrollo Social (Sedeso) de ese entonces.
El ex diputado local consideró que las acusaciones se trata de una estrategia gubernamental para denostarlo por las declaraciones que ha realizado en defensa de la líder estatal del PRI, Ana Isabel Allende, por el caso Chalchihupan y porque en la pasada legislatura voto en contra iniciativas como la de la privatización del servicio de agua potable, entre otras.
Finamente enfatizó que las acusaciones no tienen sustento legal, y que de haberlas actuará en consecuencia.