Bogotá, 2 nov (PL) Colombia permanece hoy en alerta ante la posibilidad de que continúen las intensas lluvias y tormentas eléctricas, las cuales dejaron más de 30 muertos en menos de una semana.
Hemos pedido a todos los municipios y regiones que activen sus planes de contingencia, además disponemos de brigadas listas para actuar en caso de emergencia, confirmó a la prensa el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Iván Márquez.
Unas 34 personas -precisó- fallecieron en la pasada semana debido a las inclemencias del tiempo, que castigaron con mayor intensidad las regiones del Caribe, Andina y el suroccidente del territorio nacional.
Los habitantes de Fusagasugá, Cundinamarca, sufrieron el impacto de una avalancha de lodo y piedras que ocasionó la muerte de una mujer y heridas a siete pobladores, mientras otro sigue desaparecido.
Casi un centenar de familias resultaron damnificadas por el alud, el cual provocó estragos en el fondo habitacional de ese municipio, cercano a Bogotá.
La Cruz Roja Colombiana asiste a la comunidad con la distribución de frazadas, colchonetas y agua, principalmente, además de respaldar las labores de saneamiento del lugar, donde son visibles aún los daños causados por la tormenta, informaron televisoras locales.
Medellín, capital antioqueña, fue otro de los blancos del mal tiempo, al ser fustigada por rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora durante una tempestad comparada por su intensidad con un huracán categoría tres en la escala Saffir Simpson, según estimados de expertos.
Y aunque no se reportaron fallecidos, las lluvias dejaron una estela de destrucción, pues derribaron árboles, techos y hogares.
Según el Instituto de Meteorología e Hidrología, las precipitaciones se mantendrán hasta mediados de noviembre.
Especialistas de esa institución vaticinaron además que pueden ocurrir nuevos aludes fundamentalmente en lugares donde los suelos están saturados debido a la humedad.