Quito, 5 nov (PL) El reto de coordinar acciones entre los países para evitar la desaparición de animales ocupa hoy el centro de los debates de la XI Convención de Naciones Unidas sobre Conservación de Especies Migratorias Silvestres (CMS), que sesiona en esta capital.
De acuerdo con el secretario ejecutivo de la CMS, Bradnee Chambers, «la migración natural requiere a los animales desplazarse a través de las fronteras nacionales. Las amenazas a las que se enfrentan por el camino son múltiples y solo pueden combatirse con la cooperación internacional».
De ahí que unos 700 delegados de 120 países se reúnan en esta capital hasta el domingo próximo para dialogar sobre la situación de especies que viajan por tierra, mar y aire.
La ministra ecuatoriana de Ambiente, Lorea Tapia, explicó que el objetivo de la cita es acordar políticas, mecanismos y consensos que permitan avanzar en la conservación de las especies migratorias silvestres, las cuales están en serio peligro.
En este sentido, durante las sesiones se evaluará la posibilidad de incluir 32 especies en la convención internacional con el fin de reforzar su protección.
Del total, 21 corresponden a tiburones, rayas y peces sierra, en tanto se indica que estos últimos se encuentran entre los más amenazados del planeta.
También debatirán sobre los osos polares, afectados debido al deshielo marino; el león africano, animal que ha disminuido en un 30 por ciento en las últimas dos décadas; el avutarda, ave voladora más grande del planeta; y el ballenato de Cuvier, expuesto a numerosas amenazas provocadas por la acción humana.
El foro se realiza bajo la premisa de que ahora es tiempo de actuar pues mañana puede ser demasiado tarde, con lo cual se requieren hechos concretos.
Al respecto, el ambientalista Philippe Cousteau, cofundador de la organización Earthecho Internacional, instó a los gobiernos a asumir compromisos para garantizar la conservación de las especies migratorias y, sobre todo, brindar los medios necesarios para concretar esos compromisos
Cousteau alertó que «destruir el medio ambiente para construir economía es una falsa promesa que solo nos llevará a afectar la naturaleza y el futuro de la especia humana».
Buscan en Quito coordinar acciones para proteger especies migratorias
