Ciudad de México.- ¿Y de verás están muertos? preguntó tímidamente la estudiante Ana María a Felipe de la Cruz uno de los padres de los normalistas desaparecidos que respondió con el corazón hinchado de dolor. ‘Los muertos están muertos, pero si el Gobierno dice eso, nosotros queremos pruebas’.
‘Vivos se los llevaron, vivos los queremos. Nuestra lucha para encontrar a nuestros hijos apenas empieza, vamos a recorrer todos los caminos que sean necesarios y no tenemos miedo a nada”, contestó el hombre que perdió a uno de sus hijos aquella noche del 26 de septiembre, que solo de recordar se le enchina el pellejo.
Ahora camina sobre el asfalto duro de las avenidas principales de la Ciudad de México al lado de miles de personas cuyos nombres y rostros jamás había visto en busca de respuestas al reclamó generalizado de justicia. Antes de caer la noche el contingente avanzó hacia a la plancha del Zócalo Capitalino.
Allí miles participaron en un mitin. Todos exigieron justicia. Los padres de los normalistas comparten la intranquilidad de no saber nada del paradero de sus hijos desde hace 40 días, y conforme ha transcurrido el tiempo ha sido peor.
Anoche en el Zócalo, exigieron por enésima vez a las autoridades no descansar hasta encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos, y con palas escenificaron las acciones que ha desarrollado de manera absurda la Procuraduría General de la República (PGR).
Desde el templete los familiares denunciaron que las autoridades federales pretenden dar carpetazo al caso de los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, y emprender una campaña para limpiar la imagen de México.
“Ya los mataron y los metieron en las fosas, ya los mataron y los regaron en el basurero de Cocula.
“Los muertos están muertos. Queremos decirle que para nosotros, hasta que los peritos forenses de Argentina nos den resultados, nuestros hijos siguen vivos. Si los policías se los llevaron, queremos que nos los regresen vivos.
“Ya no queremos más mentiras. No nos interesa si la policía detiene a una u otra persona, si los policías se los llevaron queremos que nos los regresen vivos”, dijo de la Cruz que mantiene firme la esperanza de reencontrarse con su hijo.
Los familiares caminaron con carteles que contenían las fotografías de cada uno de los 43 desaparecidos. Los rostros no se han perdido al contrario han sido inmortalizados en retratos elaborados por artistas solidarios con el movimiento.
Miles de estudiantes y militantes de organizaciones acompañaron a familiares de las víctimas en una marcha desde inmediaciones de Los Pinos hasta el Zócalo de la Ciudad de México.
Los contigentes avanzaron sobre el Paseo de la Reforma, Juárez, Eje Central y 5 de Mayo para concentrar el aliento de solidaridad en el Zócalo.
En ese lapso distribuyeron un comunicado en el que exigieron castigo para ex Gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero, el titular de Seguridad Pública de Iguala Felipe Flores Vásquez, además del ex Edil de ese Municipio, José Luis Abarca, y su esposa, arrestados en una casa de Iztapalapa, en la madrugada del pasado martes.
“Esta marcha se realiza con el fin de presionar al Gobierno federal en la búsqueda inmediata de nuestros 43 compañeros desaparecidos”, indica el texto.
El clamor de justicia generó una amalgama de alumnos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), UNAM y Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de la Iberoamericana, de la Escuela Superior de Educación Física y de la Escuela de Antropología e Historia.
Un grupo de jóvenes cubiertos del rostro que formo parte de un contingente llamado ‘Cráter Invertido’ durante la tercera marcha #AcciónGlobalporAyotzinapa, escenificó una representación de las fosas clandestinas que aparecieron durante la búsqueda de los 43 normalistas en Guerrero.
Los picos y palas chocaron contra el asfalto de la plancha del Zócalo. Allí no encontraron cadáveres ni pistas que permitan ubicar el paradero de 43 normalistas desaparecidos de manera forzada en Iguala, Guerrero. ¿Y de verás están muertos? es una pregunta que hasta ahora nadie ha respondido con certeza.
Fuente InsurgentePress