Con cuatro años de vigencia, la Ley de Publicidad Exterior del Distrito Federal se ignora a causa de corrupción y falta de verificadores, reconoció Jorge Carlos Negrete Vázquez, presidente de la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano.
Esta falta de verificadores ha provocado un problema creciente que mantiene a la ciudad de México sumergida de mensajes y espectaculares que ni el Invea ni Seduvi han podido frenar, apuntó.
Negrete Vázquez, reconoció que el reordenamiento de la publicidad exterior sería la solución, no su desaparición, pues anualmente a nivel nacional genera seis mil 500 millones de pesos, y en el Distrito Federal tres mil millones de pesos.
Destacó que un principio básico de la ley, es que todo ciudadano tiene derecho libre de contaminación, como la visual que es un gran problema en la ciudad y si se respetara la ley, se reduciría entre un 50 y 60 por ciento de la publicidad exterior.
Negrete Vázquez subrayó que la contaminación visual es un tema que merece especial atención, por parte de autoridades, iniciativa privada y sociedad.
Explicó que está comprobado que la contaminación visual provoca serios problemas de salud en el sistema nervioso, sobre todo por estrés, debido al bombardeo de publicidad en el paisaje urbano e incluso si no se sujeta a ciertas normas puede ocasionar accidentes.
En el marco del Primer Congreso sobre Derechos Humanos y Publicidad Exterior, subrayó la importancia de ese evento, frente a una problemática que enfrenta la ciudad de México, para que la publicidad exterior y su interrelación con los derechos humanos, se inicie en la investigación académica.
Insistió que las autoridades del gobierno capitalino encargadas de reordenar los espectaculares han hecho caso omiso a la Ley de Publicidad Exterior.
Si existiera un reordenamiento de la publicidad que ahora hay en “espectaculares, en vallas y tapiales, azoteas de edificios, paredes de edificio, en obras en construcción, autobuses, transporte público, estaciones y vagones del Metro y Metrobús”, ejemplificó que donde ahora hay 50 anuncios en un radio de 400 metros, debería haber dos.
En ese sentido, sostuvo que “las empresas de publicidad lo que hacen es que utilizan la ciudad como se les da la gana, porque las autoridades no hacen una implementación de la Ley, el Invea no hace una verificación correcta, Seduvi está trabajando para tratar que se aplique la norma, pero durante años se dejó que crecieran esta publicidad”.