El Papa Francisco advirtió el domingo sobre una «emergencia social» en la capital italiana, después de que unas violentas protestas contra un centro de acogida de inmigrantes resaltaron las crecientes tensiones sociales en las zonas más desfavorecidas de Roma.
El centro de acogida, ubicado en la zona de Tor Sapienza, ha sido blanco durante varios días de airadas protestas de los residentes, que han acusado a los inmigrantes de tráfico de drogas, acoso sexual y delitos menores.
«En los últimos días, en Roma ha habido una tensión muy grave entre los residentes y los inmigrantes», dijo el Papa en su discurso semanal del Angelus en la Plaza de San Pedro, destacando que incidentes similares se han producido en áreas pobres de varias ciudades europeas.
«Les pido a todas las instituciones, en todos los niveles, que consideren como una prioridad algo que en la actualidad equivale a una emergencia social y que, si no se trata adecuadamente tan pronto como sea posible, corre el riesgo de degenerarse aún más», sostuvo.
La crisis en Tor Sapienza ha mostrado los problemas que enfrentan muchas zonas pobres de la capital italiana, donde la situación de sus habitantes ha empeorado a raíz de los problemas económicos que ha enfrentado Italia en el último tiempo.
Tor Sapienza, ubicado al este de Roma, ha sufrido durante mucho tiempo problemas que van desde el tráfico de drogas a la prostitución abierta.
Los residentes de la zona, que cuenta con tres centros de acogida de inmigrantes y un campamento de gitanos, acusan al municipio de generar un problema indeseado en un área pobre.
Más de 100.000 inmigrantes han llegado a Italia en embarcaciones desde el norte de África durante este año, presionando la capacidad del país para acomodarlos y controlarlos.
Varios políticos de los partidos de extrema derecha y contrarios a la inmigración han visitado Tor Sapienza para expresar su solidaridad con los residentes.
El alcalde de Roma, el centroizquierdista Ignazio Marino, descartó dimitir el domingo y dijo que los problemas en áreas como Tor Sapienza se han ido acumulando durante décadas.
Sin embargo, Marino enfrenta una creciente presión desde el seno de su Partido Democrático para que cambie el rumbo de su administración o enfrente unas elecciones anticipadas en marzo.